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Opinión Editorial


Día de muertos


Publicación:01-11-2021
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Como en ningún otro lugar, esta celebración se llena de colores, de recuerdos, de alimentos especiales, de rituales, de música y baile.

Alejandro Sanz dijo alguna vez en una entrevista que la mejor manera de honrar a quienes se nos adelantan en el camino es justamente viviendo al máximo la vida que aún nos toca vivir.

En México, como en ninguna otra parte del mundo, honramos a la muerte no por la muerte misma sino por aquellos a quienes perdimos y vaya que en la pandemia que no termina de dar su brazo a torcer, miles de mexicanos perdimos a un ser amado, a un familiar, a un amigo.

Como en ningún otro lugar, esta celebración se llena de colores, de recuerdos, de alimentos especiales, de rituales, de música y baile.

En alguna ocasión en visita a la Ciudad de México por la fecha de Día de Muertos, pude disfrutar todo el colorido y ceremonial que se vive en Mixquic y de qué manera tan majestuosa el Zócalo se vestía para recibir a miles de peregrinos que departían un trozo de pan de muerto.

Oaxaca y Michoacán también son famosos por sus rituales en esta época del año y si nos faltaba trascender con este tipo de folklor, la película “Coco” y hasta la de James Bond con Daniel Craig, le mostraron al mundo lo maravilloso que son nuestras fiestas del Día de Muertos.

Y cada rincón de México tiene su particular forma de celebrarlo; la conmemoración, en definitiva, no pasa desapercibida.

Alrededor de esta fiesta se dispara toda una industria que representa ingresos para productores delexquisito pan de muerto, de calaveritas, de otros dulces alusivos, de caña de azúcar, de disfraces, maquillaje y de flores.

En México esta festividad vive mucho antes de la llegada de los españoles,es parte de nuestras raíces y se fijó en noviembre pues se cree que es en este tiempo cuando el alma de los muertos vuelve al mundo de quienes aún estamos en este plano terrenal, se genera la convivencia y los muertos se alimentan de aquellos platillos montados en el altar, en su honor.

La explicación es que en esta fecha, aunque se llame Día de Muertos, no se celebra una ausencia, sino el símbolo de una vida que se hace presente en el altar instalado para nuestros difuntos.

Tan importante es este ritual como quien opta por ir al camposanto y pasar un rato en la tumba de sus seres queridos, limpiando el espacio, llevándole flores y comiendo junto a ellos.

La invitación es, pues, a seguir manteniendo viva una tradición tan hermosa y tan mexicana como la de honrar a nuestros difuntos en el Día de Muertos; no se preocupe si el altar montado no tiene todos los elementos que le gustaría, basta con que recuerde a sus seres queridos, con que los tenga presentes.

Algo que nos caracteriza como mexicanos es justo eso, ver o referirnos a la muerte hasta en son de burla.

Harto, bastante, se ha escrito sobre el tema; le comparto a continuación una frase del poeta español Antonio Machado, quien va invitando a no preocuparnos por la muerte ya que “la muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos”.




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