En un recuento del último casi medio siglo, desde tiempos de Luis Echeverría a la fecha, hemos atestiguado cómo la fulgurante estrella inicial de cada presidente en turno se opacó en el ejercicio del cargo, reconfirmando que del dicho al hecho hay un largo trecho.

En el "Arriba y Adelante", Luis Echeverría ofrecía aminorar las tensiones del 68, retornar a las raíces populares, apertura democrática, relevo generacional, apertura global, justo reparto agrario. Epílogo: Devaluación del peso, populismo, déficit comercial, deuda pública, fracaso agropecuario.

Con "La solución somos todos", José López Portillo pretendió corregir fallas estructurales, otorgar empleos, eficacia industrial, autosuficiencia alimentaria. El petróleo fue la apuesta del régimen. Epílogo: Desplome de precios del petróleo, devaluaciones, nacionalización bancaria, deuda externa, fuga de capitales. De la frivolidad a la lágrima.

La "Renovación Moral de la Sociedad" de Miguel de la Madrid propuso combatir la corrupción, una sociedad más igualitaria y democrática. Primer tecnócrata en la presidencia, introductor del modelo neoliberal. Epílogo: Devaluación 3 mil 100%, inflación 4 mil 030%, poder adquisitivo -70%, PIB per cápita -10%, paraestatales: de 1,155 a 413, deuda externa en 185 mil millones de dólares.

Carlos Salinas de Gortari solicitó "Que hable México", proyectando ingresar al modernismo bajo las premisas del liberalismo social. Se privatizó la banca. Se firmó el TLCAN. Ampliamente popular hasta los infaustos sucesos de 1994. Epílogo: Fueron vendidas gran parte de las paraestatales restantes —Telmex— en circunstancias cuestionables. Final de profunda incertidumbre financiera.

Ernesto Zedillo se encontró con la presidencia, prometiendo "Bienestar para tu familia", estrenándose con el infortunado error de diciembre. A pesar del crecimiento de pobreza, aumentaron las exportaciones, se controló la inflación, se fortaleció la moneda con inéditas reservas internacionales, se pagó deuda, se creció hasta 5% anual. Epílogo: Ultimo presidente al hilo del PRI.

Vicente Fox ilusionó con "El gobierno del cambio", ofreciendo abatir corrupción, inseguridad, pobreza, mejorar educación, crecer 7% anual. Fox disfrutó del auge petrolero, repartiendo los excedentes sin ton ni son. Epílogo: Gobernó la pareja presidencial. Lo mejor de Fox: Sacar al PRI de Los Pinos.

Felipe Calderón propuso "Para que vivamos mejor", augurando ser el "presidente del empleo", reiterando propuestas de cajón de cada campaña. Declaró la guerra al crimen organizado, Epílogo: Baja inflación, dólar estable, violencia al alza.

Enrique Peña Nieto difundió "Mi compromiso es contigo", con las ofertas de rigor en educación, seguridad, empleo, reducir 100 miembros de la Cámara de Diputados, trenes hacia Querétaro y Toluca; en total fueron 266 compromisos de campaña. Implementó las reformas estructurales para mover a México. La deuda externa se elevó sin precedente, la corrupción se propagó y se desbordó la violencia. Epílogo: Las urnas le cobraron a Peña y al PRI por lo que pudo haber sido y no fue.

Habitualmente la relación del presidente en turno con su antecesor se tornó tensa, distante e incómoda, pero guardando la discreción y formas debidas.

Con Andrés Manuel López Obrador se rompió el molde, el hoy dueño del micrófono continuamente censura y descalifica a sus predecesores: Carlos Salinas privatizó cuestionada mente bienes públicos beneficiando a allegados suyos, sin previa licitación. Ernesto Zedillo convirtió la deuda de unos cuantos, en deuda pública de un billón de pesos, cantidad ya cubierta, aplicada a intereses del Fobaproa. Vicente Fox otorgó indebidas concesiones para la explotación minera y fomentó la corrupción, el derroche y la antidemocracia. Felipe Calderón temerariamente le declaró la guerra a bandas del crimen, creando violencia, muertes y desaparecidos. Con Enrique Peña, AMLO fue benévolo, sólo fue mencionado por corrupción. ¿Tendrá motivos el sucesor de AMLO para sancionarlo o será aclamado como el baluarte de la Cuarta Transformación?