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Opinión Editorial


De chile, dulce y de manteca…


Publicación:01-02-2021
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Me pregunto en este caso quienes son los inconscientes, los partidos políticos o los ciudadanos que les compran todos los tamales que venden

Doña Julia, como buena madre emprendedora, viuda, con seis chamacos, realizó muchos negocios. Hubo una temporada que cada sábado hacía tamales para vender  y nos ponía a los hermanos “más grandes” a ayudarle. Solo éramos unos niños, pero  hacíamos desde prepara la masa, deshebrar la carne para el guiso y lo mas difícil,  embarrar la masa con una pequeña cuchara en la hoja del tamal. 

Recordé ahora esos años de mi infancia, porque Isadora, mi mujer, también tiene una temporada que además de su trabajo regular, se ha dedicado cada 15 días a cocinar comida para vender. Desde pozole, cochinita, cenas navideñas y ahora “tamales Chilangos”. Es decir, muy diferentes de los norteños; con mole, cerdo en salsa verde y por supuesto de dulce. Tengo que aclarar que esta vez no colaboré en la preparación, solo en ayudarle en comprar algunos de los insumos necesarios.

La verdad no es que no quisiera, sino que este fin de semana, en donde se supone descansaría, por las cuestiones políticas que se están amasando con ingredientes de todos sabores y colores, me han invitado a varias reuniones con algunos actores políticos y con amigos que quieren participar en lo que serán las elecciones más “calabaceadas” que hemos vivido en Nuevo León. 

Quizás si tuviéramos que ver los partidos políticos como unos tamales, creo que el  “movimiento  naranja “  sería el de dulce. No muy conocido, no muy pedido, pero sin duda será una opción diferente y con caras nuevas en la vida política, además parece que invitará a verdaderos ciudadanos a participar por primera vez en la política, el gran problema es,  que igual que los demás partidos sufren de divisiones internas.

El Partido Acción Nacional  después de haber sido una de las fuerzas políticas con gran simpatía con la ciudadanía por postular a gente preparada y con cierta credibilidad al momento de gobernar; ahora parece que sus dirigentes solo quieren vender tamales de masa vieja y dura con los candidatos que están proponiendo, sin nada de contenido, que nadie compraría  en algunos casos, o en otros muy aguada, con la intención de que no se llegue a cocer, como en Monterey que parece que buscan que se pierda toda la olla de tamales que representa la capital del Estado.  

Los tamales que  venderán los partidos de MORENA y el PRI, ahí si serán de “chile, dulce y manteca”. El primero se ha llenado de candidatos provenientes del PRI, del PAN y con la coalición  obvio del PT, el Verde y Nueva Alianza. Se está haciendo una revoltura  de masas, colores y sabores. Poco queda del “tamal rojo” típico de su idolología política de izquierda. En el PRI se pusieron a amasar entre conductores de televisión, actores, cantantes y los típicos “tamales verdes picosos” que le hacen daño al estomago de la sociedad, que no han podido dejar de consumirlos, aún a pesar del   malestar  causado a la salud. 

Esta tamaliza tan revuelta  y mal amasada, no la  había visto ni en las peores épocas en que todos los hermanos le metíamos mano a la masa de mamá y de repente ya estábamos jugando con ella. Pobre de mi madre, ella tratando de sacarnos  adelante y nosotros en la inconciencia del juego. Me pregunto en este caso quienes son los inconscientes, los partidos políticos o  los ciudadanos que les compran  todos los tamales que vende… Aunque sean “tamales pintos”.



« José Luis Galván Hernández »