Opinión Editorial
Coordinación
Publicación:23-08-2023
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Luis Donaldo Colosio, aseguró que no existe una agenda compartida pues ha estorbado la política y dijo que no hay coordinación entre los alcaldes
"Nos salvamos juntos o nos hundimos separados"
Juan Rulfo
Por mucho que presumen los distintos niveles de gobierno de mantener una estrecha coordinación entre ellos, terminas por comprender que no son capaces de ponerse de acuerdo en cosas más que sencillas, obvias.
Ayer en un evento de la Plataforma "¿Cómo Vamos Nuevo León?", el Alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, aseguró que no existe una agenda compartida pues ha estorbado la política y dijo que no hay coordinación entre los alcaldes ni de estos con el Estado.
Sin embargo la cantaleta desde hace años ha sido la misma cada vez que tienen reuniones y todos presumen que son "amiguitos del dedo chiquito", sin embargo la realidad, esa triste y canija realidad, se empeña en demostrarnos que no es cierto.
¿Coincidencia, casualidad o destino? Ayer acudí al Palacio Municipal de Monterrey a pagar el Impuesto Predial que tenía retrasado; acepto que soy un mal contribuyente que se retrasa en sus pagos y que hubo de buscar el apoyo de un Regidor para conseguir un descuento en el pago de multas, recargos y demás. (Gracias, mil gracias al Regidor Antonio Chávez por su invaluable apoyo y a su asistente Adrián Ayala por su orientación).
Así, poniéndome al día en el pago del Predial (lo cual hice también a la fuerza porque requiero estar actualizado para otro trámite), me enteré de que se me acusaba de tener 65 metros de construcción no reportada en mi propiedad, hecho que hasta hoy no me había sido notificado.
Una vez pagado el derecho acudí a hacer la aclaración correspondiente y debo decir que fue atendido extraordinariamente por una buena servidora pública que me brindó toda la información necesaria, diciéndome que el diferencial reportado parte de una cartografía realizada por el Gobierno del Estado.
Y fue entonces que surgieron los descubrimientos sobre la falta de coordinación entre el Estado y el Municipio.
Aunque desde hace tiempo en el Registro Público de la Propiedad se hizo la modificación pertinente del cambio de propietario del inmueble por fallecimiento del anterior, ocurre que gracias a la descoordinación el mismo trámite hay que repetirlo, con el viacrucis que esto implica, en el Municipio.
Y es entonces que te preguntas, ¿por qué si son capaces de compartir una cartografía no lo pueden hacer con los expedientes y la información?
Lo mismo ocurre con las multas de tránsito. Al vivir en una zona metropolitana puedes cometer infracciones en distintos Municipios, pero ocurre que cuando uno supone que debería existir un solo sistema que cargue las multas en un expediente único, esto no es así y que es hasta el final del año cuando los Municipios actualizan su información en el Estado.
Cada entidad tiene un sistema diferente al resto que no guarda los mismos parámetros y esto dificulta la comunicación y el enlace de las bases de datos. Para hacerlos coexistir se requiere principalmente de la voluntad de hacerlo, pero eso implica una inversión en el desarrollo de programas que permitan traducir los datos para alinearlos en un solo contenedor.
Cuando no son capaces de sincronizar los semáforos de dos esquinas consecutivas, te das cuenta de que el discurso es mero rollo de merolico, sin fondo y sin verdad.
« Francisco Tijerina Elguezabal »