Opinión Editorial
Canícula
Publicación:17-07-2023
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Si el consumo ideal de una persona es de cien litros, seamos, como dice la campaña, ciudadanos de a cien.
No puedo estar más de acuerdo con las campañas emprendidas por la presente administración, en torno al consumo responsable del agua.
Si el consumo ideal de una persona es de cien litros, seamos, como dice la campaña, ciudadanos de a cien.
Y como dice el spot de televisión, el agua hay que ahorrarla siempre, siempre; y que el calor no sea excusa para seguirla cuidando.
Son frases cortas, directas, cuyo mensaje es claro y sencillo de comprender por chicos y grandes.
Gracias al fenómeno de las redes sociales, la paraestatal puede mantener informada a la comunidad, a diario y casi al momento, de cualquier coyuntura que pasa: cortes de agua por trabajos de mantenimiento, una tubería rota, fugas, un desperfecto eléctrico.
Pero por cada anuncio o notificación, hay diez quejas más de colonias que llevan días sin agua y que ninguna autoridad estatal o municipal, toma nota de su situación para resolverla, al menos con pipas. Y eso es un día y al otro también.
Efectivamente, el calor no es excusa para despilfarrar agua, al menos no para la gente "normal", es decir, el grueso de la población que vive al día y el agua la usa para lo que es: trapear, lavar los trastos y la ropa, bañarse. Y quizá no se bañe (bañemos), en tres minutos, pero sí en cinco o tal vez diez. Al fin de cuentas, en ningún hogar es disfrutable que los recibos de servicios se vean más abultados y ahorrar, es sí o sí, una necesidad.
Creo que por esa parte la autoridad debería estar tranquila.
Entiendo que estamos en canícula y que el calor es serio rebasando los 40 grados centígrados. Este fenómeno se vive ya en muchas partes del planeta.
Entiendo que todos busquemos paliar estas altas temperatura, siendo en la playa, el río o la alberca, los sitios ideales para pasar unas buenas y disfrutables vacaciones de verano.
Justo aquí es donde me gustaría detenerme.
Hará cosa de unos días, el sector en que vive esta servidora se quedó sin agua durante varias horas, porque los tanques de la zona se quedaron sin agua.
Vivo en el sector donde, dicen las autoridades, se consume más agua, pero dudo mucho que sean cuantiosos los que poseen alberca como para que nos hayamos quedado en ceros.
Me declaro una ignorante como para saber si existe un padrón de albercas por municipio, y tampoco se trata de satanizar a los felices poseedores.
Pero, si las albercas o las grandes cisternas son "el problema" ¿qué se está haciendo para convencer respecto al consumo responsable del líquido? ¿hay suficientes inspectores? ¿O hay quizá "huachicoleo" del líquido? Son preguntas al aire, nomás.
Lo cierto es que la canícula sigue su curso, y los fenómenos del Niño o de la Niña continúan haciendo de las suyas; mientras esto pasa, confío, por un lado, que las autoridades den celeridad a la infraestructura hidráulica en proceso; y, por otro lado, lleguen esas deliciosas lluvias que siguen haciendo falta.
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