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Opinión Editorial


Canal 28


Publicación:31-05-2021
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Motivados por el profesor José Luis Esquivel quien nos invitaba a ir adquiriendo conocimientos para ir mejor preparados para la talacha.

Estaba a mitad de mis estudios en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León cuando llegué pidiendo una oportunidad en Canal 28, que por 1984, tenía sus instalaciones en la parte más alta del Edificio Latino.

Motivados por el profesor José Luis Esquivel quien nos invitaba a ir adquiriendo conocimientos para ir mejor preparados para la talacha periodística, más de la mitad del alumnado buscamos opciones aquí y allá y la gran mayoría fuimos a dar a la Televisora estatal ya que eran de los pocos que se arriesgaban a reclutar gente sin experiencia.

“Desgraciadamente” no hubo más espacio para esta servidora que el conmutador, o atención telefónica. Entrecomillo el “desgraciadamente”, porque en apariencia no era una actividad enfocada a mis estudios, pero no pude tener más suerte ya que ello me permitió conocer a todo el personal y sus actividades.

Cumplí los reglamentarios seis meses, me retiré sólo para volver un año después ahora en el Edificio San Francisco, esperando tener mejor suerte como auxiliar en algún programa de revista o de la barra infantil, pero ¿noticias? ¡No, por favor!

Mi primer reto fue la máquina de escribir eléctrica. Leer los télex y resumirlos en ocho líneas de la manera más pulcra posible y ra-pi-di-to porque la lucha siempre fue contra el tiempo.

Recuerdo con gratitud a Eduardo Román Lara (+), quien me dio la oportunidad en Noticias; con gran afecto recuerdo también a Mireya Hernández una guapa, inteligente, salomónica y paciente jefa.

Ni qué decir de mi amigo Alberto José Hernández Silva y sus sabios consejos.

Evoco algunos de mis compañeros: José Ángel Olachía, Ana Delia Martínez, ConnyCerecero, Lucy Tovar, Alberto Ábrego, Bertha Preciado, Mirna Ayala, Raúl Ramos, Alejandro Campos, Juan Ángel Guevara, Pepe Pérez, Lety Benavides, Sonia Márquez, Calix Ramírez (+), Juan Baizán (+), Moncerrat Arango, Armida Segura, Cristina Lara, Fernando Von Rossum.

¡Me faltan tantos por mencionar!

Recuerdo que en cierta ocasión, estábamos a unos minutos de comenzar el noticiero cuando bajaba, junto con otros dos compañeros en el elevador llevando los juegos de noticias de cada locutor, cuando el elevador se quedó trabado.

Como el show debe continuar, alguien llegó y pudo abrir un poco las puertas del elevador por donde recogieron los juegos de noticias mientras nosotros debíamos esperar pacientes a que llegaran los especialistas a sacarnos.

Uno de mis compañeros de cautiverio, nervioso se puso a fumar sin importar que apenas tuviéramos oxígeno en tan pequeño espacio; la otra compañera usaba sus manos como abanico para echarse aire y yo, miraba a uno y a otro.

¿Lo chusco? Un camarógrafo grabó nuestras reacciones dentro del elevador y sirvió de gracioso cierre en los espacios informativos, musicalizado con la canción “Peligro en el elevador” de Tatiana.

Mil y una anécdotas por recordar, la inmensa mayoría gratas. Ya habrá tiempo para narrar otras más.

Quien ha pasado por Canal 28 sabe que es una gran escuela, mejor escaparate para nuevas oportunidades laborales y lo más importante: es una gran familia.

Ha sido a lo largo de su trayectoria semillero de grandes noticieristas y presentadores; fue el pionero en el servicio de meteorología e hizo competitiva a la televisión estatal.

Canal 28 está cumpliendo 39 años y me siento tan orgullosa de que haya sido ahí mi nacimiento profesional, de los amigos que coseché y que sigo conservando.

Brindo por Canal 28 y porque vengan muchos aniversarios más recibiendo a las nuevas generaciones y sorprendiéndonos con exitosos y ricos contenidos.




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