La inseguridad parece haber invadido todos los rincones de nuestra nación. La sombra de la violencia se ha quedado  para obscurecer  todo el territorio nacional,  y ha rebasado a nuestros  gobiernos tanto  por la derecha como,   por  la izquierda. Lo que en otro tiempo se llamó "la guerra contra el narcotráfico", ahora se asemeja más a "una guerra civil", con jóvenes  amigos, golpeándose y arrebatándose la vida unos a otros. Secuestrados, forzados, tal vez drogados, estos jóvenes sufrieron  la atrocidad de que sus vidas terminaron de la forma más brutal imaginable. 

Tal fue el extraño y siniestro caso de los cinco jóvenes de Lagos de Moreno, quienes fueron secuestrados y posteriormente hallados sin vida dentro de un vehículo calcinado. Sin embargo, antes de este macabro descubrimiento, un video se filtró a través de las redes sociales, mostrando a los cinco jóvenes atados y golpeados. En la perturbadora grabación, uno de ellos es sometido a una paliza mortal por quien parece ser su propio compañero. Las iniciales "MZ" quedan plasmadas en el video, haciendo alusión a Mayo Zambada, quien en la actualidad se encuentra en medio de una lucha encarnizada contra el Cartel Nueva Generación de Jalisco.

El infierno se ha materializado en México, en Jalisco, en Lagos de Moreno. Las llamas devoran un automóvil, consumen cuerpos, pero también carcomen la esencia de una nación. La vida de jóvenes apenas rozando la adultez, con edades de apenas 19 o 22 años, se reduce a cenizas en medio de este caos. Lucifer mismo parece haberse transformado en narco, mientras un gobierno apático cierra los oídos ante los gritos desgarradores de dolor y muerte.

El tejido social se deshilacha en medio de estas escenas aterradoras. Las calles que alguna vez vibraron con la alegría y el fervor de la vida se han transformado en escenarios de tragedia, silencio y obscuridad.  La memoria de esos jóvenes, cuyas vidas se extinguieron en medio de esta brutalidad desatada, merece ser honrada con acciones contundentes y cambios profundos en el tejido mismo de nuestra sociedad.

En este escenario desgarrador, la sociedad mexicana enfrenta una encrucijada. La brutalidad ha alcanzado niveles inimaginables, cobrando vidas jóvenes y llenando de luto a familias enteras. Las líneas entre el bien y el mal parecen difuminarse, y la desesperación se convierte en una compañera constante en las calles de ciudades como Lagos de Moreno. Solo a través de la solidaridad, la educación y el compromiso con un futuro más justo podrá México liberarse de las garras de esta brutalidad que amenaza con apagar la luz de sus jóvenes .