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Facebook e Instagram en la mira por aparentemente, no proteger datos

Facebook e Instagram en la mira por aparentemente, no proteger datos
El Gdpr estipula que el consentimiento de los usuarios para el tratamiento de sus datos debe darse de manera voluntaria.

Publicación:30-11-2023
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Organización europea advierte que la estrategia de suscripción de Meta puede inspirar a otras empresas a "cobrar por privacidad".

La organización de protección de las privacidad Noyb ha presentado una denuncia ante la autoridad austriaca de protección de datos contra Meta por prácticas que podrían estar infringiendo la legislación europea de protección de datos.

Según sus alegatos, la empresa estaría violando el Reglamento General de Protección de Datos (Gdpr) al cobrar a los usuarios que opten por no ser objeto de seguimiento para dirigirles publicidad personalizada.

Meta ha implementado este mes una suscripción sin publicidad a Facebook e Instagram de pago, limitada a los usuarios de los países miembro del Espacio Económico Europeo (EEE) y Suiza, ya que responde a las regulaciones europeas recogidas en el Reglamento General de Protección de Datos y la Ley de Mercados Digitales.

Estas suscripciones tienen un costo de 9,99 euros al mes si se contrata para su uso en la web y de 12,99 euros mensuales en iOS y Android (debido a las tasas que cobran las tiendas de aplicaciones de Apple y Google). No obstante, mantiene la opción de continuar utilizando estas plataformas de forma gratuita, pero con la aparición de anuncios en el feed "que sean relevantes" para los usuarios, como explicó la compañía.

Qué dice Noyb

Noyb sostiene que esta práctica es completamente ilegal y va en contra de los principios del Reglamento General de Protección de Datos, que estipula que cualquier consentimiento para el uso de datos personales debe ser libre e informado. Max Schrems, presidente de Noyb, ha criticado duramente a Meta por ignorar las leyes de la UE:

"Este coste no sólo es inaceptable, sino que las cifras de la industria sugieren que sólo el 3% de los usuarios quieren ser rastreados, mientras que el 99% de ellos no quiere pagar cuando se les cobra una tarifa para proteger su privacidad", argumentó.

"Cuando sólo el 3% de las personas quiere nadar pero el 99% acaba en el agua, hasta un niño comprende que su elección no fue libre. No es ni inteligente ni legal, es simplemente lamentable que Meta siga ignorando la ley europea", agregó.

El Gdpr estipula que el consentimiento de los usuarios para el tratamiento de sus datos debe darse de manera voluntaria. Noyb argumenta que la actual propuesta de Meta de cobrar por la privacidad elimina la libertad de esa elección y pone a los usuarios en una posición en la que deben pagar para no ser rastreados.

Entienden que los usuarios no están en realidad otorgando libremente su consentimiento para el seguimiento en línea y la publicidad personalizada en caso de optar por la modalidad gratuita, sino que "cobra una tarifa de privacidad", lo que es contrario a la legislación europea, que busca garantizar que "los usuarios sólo renuncien a su derecho fundamental a la privacidad si tienen genuina y libre voluntad para hacerlo", según explicaron en su página web.

Creen, además, que el caso de Meta puede motivar a otros actores de la industria a ofrecer opciones similares, haciendo que proliferen los servicios de uso gratuito y publicidad personalizada con opción a pagar para eliminar dicha publicidad.

"Si Meta se sale con la suya, los competidores pronto seguirán sus pasos. Dado que un teléfono medio tiene 35 aplicaciones instaladas, mantener su teléfono privado pronto podría costar alrededor de 8.815 euros al año", apuntan desde Noyb.

Según Meta, esta suscripción es precisamente una forma de cumplir con la legislación de la Unión Europea (UE) sin alterar su modelo económico.

En mayo pasado, la empresa fue condenada a pagar una multa récord de 1.200 millones de euros por violar el RGPD con su red Facebook: la cuarta multa impuesta a Meta en la UE en seis meses.

Luego, el pasado mes de julio, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea infligió un nuevo revés , recordando que los usuarios de las redes sociales deben "tener la libertad de negarse individualmente (...) a dar su consentimiento a un determinado tratamiento de datos".



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