Joven UANL
Procura yoga vida digna al adulto mayor
Publicación:20-02-2021
TEMA: #UANL
A través de una combicación armoniosa de cuerpo, respiración y mente, el yoga proporciona un mejor dominio personal a los miembros de la tercera edad.
Aunado a que en estos tiempos de pandemia a causa del COVID-19 la salud mental también presenta una mejoría al realizar esta práctica que conecta el cuerpo, la respiración y la mente.
“El yoga ayuda mucho hoy en día debido a que las emociones, la ansiedad y la depresión las traemos muy cambiantes”, señala Gabriela Selene Guzmán Gracia experta certificada en hatha yoga y quien colabora con la Universidad Autónoma de Nuevo León desde el 2020.
“Al finalizar las clases virtuales que he tenido, me escriben las alumnas y alumnos para externarme que se sienten más tranquilos, duermen mejor, están más contentos y menos estresados. Considero que el yoga es para tener una vejez más digna”.
Gabriela Selene Guzmán Gracia- Instructora de yoga
A medida que envejecemos, la fortaleza del suelo pélvico se va perdiendo, por lo que el yoga ayuda mucho a esta zona del cuerpo.
Otro de los beneficios de esta actividad es el fortalecimiento de las rodillas, muñecas y tobillos.
“Generalmente, las rodillas son las articulaciones donde más presenta problemas el adulto mayor, y con la frecuencia de las sesiones de yoga desaparecen las molesticas o dolores”, explicó la instructora.
El yoga restaurativo, en específico, es una de las actividades que ayudan a fortificar las rodillas debido a que su tipo de rutina se enfoca en movimientos suaves y de rehabilitación.
Diferencia entre hatha yoga y yoga restaurativo
El hatha yoga está más enfocado en ganar fuerza y elasticidad en el cuerpo, además de que se aprende a respirar con varias técnicas.
En el yoga restaurativo los movimientos están más centrados en descontracturar partes del cuerpo y a relajarlo física y mentalmente. Estos movimientos son suaves y funcionan para desestresar y sanar dolores en el cuerpo. No es fácil debido a que requiere quietud mental y corporal. A la mayoría de los adultos les gusta este yoga porque logran desconectarse de su entorno.
Paso a paso de una clase de yoga
1- Se comienza con 10 minutos de meditación en los que se tranquilizan las emociones y la respiración. La instructora les habla un poco a los practicantes para que se desconecten de cualquier problema o responsabilidad.
2- Después viene el calentamiento en donde se mueven el cuerpo y las articulaciones. Son movimientos suaves de los hombros en círculo hacia adelante y atrás. Se gira la cabeza para relajar el cuello y se mueven las muñecas y los tobillos en círculo. Asimismo, se realiza estiramiento parado o acostado.
3- Sigue el trabajo de las posturas. Entre las más importantes están las de “perro mirando hacia abajo”, “guerrero 1” y “guerrero 2”.
4- En el enfriamiento y las contraposturas se hacen movimientos suaves de articulaciones como muñecas, hombros y tobillos, así como estiramiento. En la contrapostura es realizan torciones del cuerpo acostado, en donde se mueven hacia un lado los brazos y hacia el otro las rodillas y las piernas.
5- Se finaliza con una relajación, que abarca alrededor de 10 minutos. Se procura que las alumnas y alumnos tengan un antifaz y un aceite relajante de menta, eucalipto o hierbabuena, porque el olerlos es como una liberación al final de la clase.
La instructora Gabriela Guzmán les sugiere acostarse, ponerse el antifaz, vaciar un poco de aceite en las manos y llevarlo cerca de la nariz, para después respirar profundo y exhalar. Esto les permite relajarse por completo soltando el cuerpo, deshaciéndose de pensamientos y responsabilidades.
De acuerdo con Guzmán Gracia, sus clases duran una hora y cuando se es principiante se recomienda que tomen dos sesiones a la semana. Para ella no hay límite de edad, ya que ha tenido alumnas y alumnos de 83 años.
« Especial »