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Internacional Latinoamérica


Será defensora de Amazonia, ministra ambiental de Lula

Será defensora de Amazonia, ministra ambiental de Lula
Marina Silva, Ministra del Medio Ambiente.

Publicación:30-12-2022
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También designó a Sonia Guajajara como la primera ministra de Pueblos Indígenas de Brasil y al productor de soja Carlos Fávaro como ministro de Agricultura

Río de Janeiro, Brasil.- El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció el jueves que la activista amazónica Marina Silva será su ministra de Medio Ambiente. La designación indica que el nuevo gobierno brasileño dará prioridad a frenar la deforestación ilegal de los bosques tropicales, incluso si eso significa entrar en conflicto con los poderosos intereses de la agroindustria.

Ambos asistieron a la reciente conferencia climática de la ONU en Egipto, donde Lula prometió a multitudes que lo vitoreaban una “deforestación cero” para 2030 en la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo y clave para combatir el cambio climático. “No habrá seguridad climática si el Amazonas no está protegido”, aseguró entonces.

Su elección de Silva subraya ese compromiso, pero la polémica elección podría socavar sus perspectivas de gobernabilidad, dado que muchos actores de la agroindustria y legisladores asociados están resentidos con la activista. El resentimiento se deriva de su tiempo como ministra de Medio Ambiente durante la mayor parte del último mandato presidencial de Lula, de 2003 a 2010.

En una conferencia de prensa el jueves, Lula también designó a Sonia Guajajara como la primera ministra de Pueblos Indígenas de Brasil y al productor de soja Carlos Fávaro como ministro de Agricultura. Lula prestará juramento el 1 de enero de 2023.

Este sería un giro brusco frente a la presidencia de Jair Bolsonaro, quien impulsó el desarrollo en la Amazonía y cuyo ministro de Medio Ambiente renunció después de que la policía nacional comenzara a investigar si él estaba ayudando a la exportación de madera talada ilegalmente.

Bolsonaro congeló la creación de zonas protegidas, debilitó a las agencias ambientales y colocó la gestión forestal bajo el control del ministerio de Agricultura. También defendió la agroindustria, que se opone a la creación de áreas protegidas como los territorios indígenas y que ha presionado por la legalización del acaparamiento de tierras. La deforestación en la Amazonía brasileña alcanzó un máximo de década y media en el año que finalizó en julio de 2021, aunque la devastación se desaceleró un poco en los siguientes 12 meses.



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