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Rechaza Netanyahu ceder en la guerra pese a críticas
Publicación:17-03-2024
El presidente de los Estados Unidos criticó el gobierno de Benjamin Netanyahu, acusándolo de perder el control en la guerra contra Hamás.
El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió el domingo a las crecientes críticas de Estados Unidos sobre su liderazgo y su manejo de la guerra contra Hamás, afirmando que la presión no lo detendrá de alcanzar "la victoria total".
Recientemente, funcionarios estadounidenses, el principal aliado de Israel que ha brindado un considerable respaldo diplomático y militar, han expresado abiertamente su frustración con Netanyahu y su Gobierno.
El Presidente estadounidense Joe Biden acusó a Netanyahu de perjudicar a Israel debido al alto número de víctimas civiles en Gaza.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien es judío y uno de los principales partidarios de Israel, instó a Israel a celebrar elecciones, afirmando que Netanyahu "ha perdido el rumbo". Biden elogió este discurso como "muy bueno".
Estados Unidos también ha manifestado su preocupación por los planes israelíes de invadir Rafah, en la punta sur de la Franja de Gaza, donde 1.4 millones de palestinos desplazados han buscado refugio. Además, ha respaldado una nueva ronda de negociaciones para lograr un cese al fuego a cambio de la liberación de rehenes israelíes tomados por Hamas en un ataque el 7 de octubre.
La delegación israelí para estas negociaciones partirá hacia Qatar el domingo por la tarde, después de reuniones del gabinete de seguridad y del gabinete de guerra israelíes, que les proporcionarán instrucciones para las conversaciones.
A pesar de estas conversaciones, Netanyahu dejó claro el domingo que no tiene planes de cesar en la guerra, que ha cobrado la vida de más de 31,000 palestinos, según funcionarios de salud palestinos, desde que Hamas lanzó el ataque que desencadenó el conflicto.
En ese ataque, el 7 de octubre, el grupo palestino causó la muerte de alrededor de 1,200 personas, en su mayoría civiles, y tomó como rehenes a unas 250. Netanyahu argumentó que convocar elecciones ahora, cuando las encuestas indican que las perdería abrumadoramente, obligaría a Israel a cesar sus operaciones militares y paralizaría al país durante seis meses.
"Si detenemos la guerra ahora, antes que se logren todos sus objetivos, esto significa que Israel habrá perdido la guerra, y esto no lo permitiremos. Por lo tanto, no podemos y no sucumbiremos a esta presión", declaró.
Aunque las críticas internacionales se centraron principalmente en Netanyahu y su liderazgo, él las interpretó como un ataque a Israel en su declaración.
"La presión internacional no nos detendrá en alcanzar todos los objetivos de la guerra: eliminar a Hamas, liberar a todos nuestros rehenes y garantizar que Gaza nunca vuelva a ser una amenaza para Israel", afirmó.
Netanyahu también reafirmó su determinación de atacar a Hamas en Rafah y mencionó que su Gobierno aprobó planes militares para llevar a cabo dicha operación.
"Vamos a actuar en Rafah. Esto tomará varias semanas y sucederá", declaró.
Alon Pinkas, ex cónsul general israelí en Nueva York y crítico acérrimo de Netanyahu, opinó que los comentarios del Primer Ministro se alinean con sus intentos de buscar a alguien más a quien culpar en caso de que Israel no logre su objetivo de destruir a Hamas.
"Él está buscando deliberadamente un conflicto con Estados Unidos para poder culpar a Biden", subrayó Pinkas.
Ambas partes tienen algo que ganar políticamente con esta disputa. El Gobierno de Biden está bajo una presión cada vez mayor por parte de los demócratas progresistas y algunos partidarios árabe-estadounidenses para frenar la guerra de Israel contra Hamas. Mientras tanto, Netanyahu busca demostrar a su base nacionalista que puede resistir la presión global, incluso de su aliado más cercano, Israel.
Miles de personas protestaron nuevamente en Tel Aviv el sábado por la noche contra el Gobierno de Netanyahu y exigieron nuevas elecciones y un acuerdo para liberar a los rehenes restantes.
La ofensiva de Israel ha desplazado de sus hogares a la mayoría de los 2.3 millones de habitantes de Gaza. Según la ONU, una cuarta parte de la población de Gaza sufre de hambruna.
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