Pepe Aguilar apuesta por su propia IA para preservar la voz

Pepe Aguilar volvió a colocarse en el centro de la conversación pública al revelar que trabaja en un ambicioso proyecto tecnológico que podría transformar la manera en que se concibe la memoria y el legado en el mundo del entretenimiento.

Se trata de una Inteligencia Artificial Post Mortem, diseñada para permitir que las personas puedan interactuar con una representación digital de un ser querido fallecido, construida a partir de sus recuerdos, forma de hablar, personalidad y hábitos.

En entrevista con El País, el cantante explicó que desde hace varios meses colabora con un equipo especializado en el desarrollo de tres modelos de inteligencia artificial. Más allá de la innovación tecnológica, Aguilar subrayó que su principal motivación es emocional y creativa: preservar la esencia de una persona incluso después de la muerte, sin perder autonomía ni depender de grandes plataformas digitales.

La IA Post Mortem es el proyecto más complejo de los tres. Su objetivo es crear un espacio íntimo en el que los familiares puedan "seguir conversando" con quien ya no está, mediante un modelo entrenado con audios, fotografías, mensajes, videos y textos. Aguilar fue claro al señalar que no busca crear réplicas humanas ni sustituir la ausencia real, sino ofrecer una forma de mantener vivo el recuerdo. "La idea es que sigas viviendo después de que te mueres y tus familiares sigan interactuando contigo", explicó.

Este desarrollo tiene una raíz profundamente personal. El intérprete ha manifestado en diversas ocasiones su deseo de preservar la memoria de sus padres, Antonio Aguilar y Flor Silvestre, figuras fundamentales de la música mexicana. Para él, la inteligencia artificial se convierte en una herramienta moderna para resguardar valores, enseñanzas y presencia emocional que marcaron su vida.

Además de la IA Post Mortem, el proyecto incluye una inteligencia artificial musical entrenada exclusivamente con su voz, técnica y catálogo, pensada para extender su proceso creativo sin intermediarios. La tercera herramienta es una IA conversacional con su estilo y sentido del humor, concebida como un modelo base, no destinado al público, para futuras aplicaciones éticas de interacción humana.

Aguilar también aprovechó para cuestionar el poder de las plataformas digitales y los algoritmos que, asegura, limitan la visibilidad y autonomía de los artistas. Por ello, decidió construir su propio ecosistema tecnológico, con reglas claras y control total sobre su identidad creativa.

Aunque reconoce el potencial de la inteligencia artificial, el cantante fue enfático al advertir que no se trata de una solución mágica. Para él, la tecnología debe ir acompañada de ética, responsabilidad y espíritu creativo. Su apuesta, más que futurista, es una declaración sobre la soberanía artística y la importancia de la memoria en la era digital.