“Hemos sido ungidos para ungir al mundo”

Monterrey, NL.- Teniendo como marco la Basílica de Guadalupe, el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, en compañía de sacerdotes de la diócesis y de la comunidad católica, presidió la Misa Crismal en la cual consagró los Santos Oleos y con ello se concluyó el periodo cuaresmal.

Dicha celebración marca la consagración del Santo Crisma (de aquí el nombre de misa crismal) y se bendice además los restantes óleos o aceites (para los enfermos y los que se van a bautizar).

En la homilía, Cabrera López,  explicó el sentido de esta celebración e invitó  a los feligreses a ungirse con el aceite de la alegría.

“Estamos llamados a pregonar el año de gracia del Señor, a decirle al pueblo siempre y sobre todo en este tiempo de pandemia, que el Señor los quiere mucho, que la pandemia no es un cobro de deudas que tenemos con Él”, mencionó Cabrera López. 

“El nos llama a gustar su amor y su misericordia, así ustedes y yo estamos invitados a ungir el mundo con la gracia de Dios, con el aceite de la pertenencia a Dios”, puntualizó. 

Asimismo, previo a la bendición de los óleos, Cabrera López, llamó a replicar las acciones y palabras de Cristo hacia los semejantes. 

“Hoy vamos a bendecir los óleos, el óleo de los catecúmenos, el óleo de los enfermos y vamos a consagrar el santo crisma, estos tres signos evocan la tarea de nuestra iglesia, lo que ha hecho Cristo por el mundo y nosotros debemos de hacer por la humanidad”, expresó. 

“Vamos a ponerle muchas ganas a nuestra misión, no hay que olvidar a Cristo, no hay que olvidar sus encargos, hemos sido consagrados por amor y para amar, hemos sido ungidos para ungir al mundo con el aceite de la alegría, el Señor nos llama a curar, a aliviar pero sobre todo a santificar”, concluyó. 

Previo a la conclusión de la homilía,  el Arzobispo recordó a los sacerdotes que fallecieron a causa del Covid e invitó a orar por Monseñor Garza Madero.

“Es un día donde también tengo que recordar tristemente la muerte de algunos hermanos nuestros,  sacerdotes que tristemente perdieron la vida, ellos están en nuestro corazón, están en nuestras oraciones”, comentó. 

“También desde la Basílica quiero enviarle un saludo a Mons. José Garza Madero, que sigue hospitalizado a causa del Covid, gracias a Dios esta en franca recuperación, y nosotros desde aquí nos unimos a él”, concluyó.

RETIRO DE RENOVACIÓN

Este miércoles en que el presbítero de Monterrey renueva sus promesas sacerdotales, se vivió un acontecimiento histórico, ya que es la primera vez en nuestra Arquidiócesis de Monterrey, una mujer dirige la predicación para sacerdotes en el retiro de con motivo de la renovación de las promesas sacerdotales.

La plática dirigida a todos los sacerdotes de Monterrey se llevó a cabo en la Basílica de Guadalupe en la colonia independencia, previo a la celebración de la Misa Crismal.

La charla fue impartida por María del Carmen Garza Villarreal, nacida en Monterrey N.L. , ingeniera agrónoma del Tecnológico dé Monterrey, ama de casa y coordinadora de catequesis de la parroquia San Isidro Labrador y miembro del consejo parroquial del Señor de la Misericordia en Pueblo Serena.

El tema que compartió fue el de la Eucaristía desde la sensibilidad de los fieles, donde compartió su testimonio personal en relación a la Eucaristía y el Sacerdocio.

“Cuando pienso en los sacerdotes, pienso en el corazón de Jesús, porque ustedes son el corazón de Jesús y cuando lo contemplo, contemplo la Eucaristía, sin ustedes la Eucaristía no es posible y nosotros moriríamos de hambre espiritual”, resaltó.