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Señalan vacío de autoridad en Guerrero

Señalan vacío de autoridad en Guerrero


Publicación:17-02-2024
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El director del Centro de Defensa de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández.

El director del Centro de Defensa de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, consideró que si los obispos de Guerrero han tomado la iniciativa de plantear treguas a líderes criminales que operan en el estado es porque hay un vacío, una ausencia y desatención de parte de las autoridades a las demandas de seguridad la población.

El pasado miércoles, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, dijo que los cuatro obispos de Guerrero dialogaron con distintos líderes criminales para plantearles una tregua, sin embargo, estos se negaron. Este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que veía "muy bien" que los obispos dialoguen con criminales para conseguir la paz.

Al respecto, el defensor de los derechos humanos consideró que es preocupante que los obispos establezcan esos diálogos porque, primero, ponen en riesgos su propia integridad física y, en segundo, porque ante el caos que reina en Guerrero es un signo de un vacío y la ausencia de las autoridades ante la grande demanda de seguridad.

Barrera Hernández dijo que incluso que el presidente haya reconocido la labor de los obispos es preocupante, porque significa que no hay resultados importantes en el combate de la inseguridad.

El defensor lamentó que a nivel local la gobernadora, la morenista Evelyn Salgado Pineda, y alcaldes, no están dispuestos ni para dialogar con la población civil. "No se puede contribuir a la construcción de la seguridad cuando no hay una apertura y disposición del diálogo con la sociedad civil, acá han tomado una postura hermética, lo que impide una alianza con la sociedad, se necesita que las autoridades encuentren en la sociedad el respaldo y el apoyo, pero no hay esa apertura".

Los estados fallidos son aquellos en los que el gobierno central no puede ejercer un control efectivo sobre su territorio y población, lo que conduce a una falta de legitimidad y capacidad para proporcionar servicios básicos y seguridad a sus ciudadanos.

Aunque el gobierno federal es la autoridad principal, la presencia de grupos criminales, la corrupción generalizada y la debilidad institucional en algunos estados han dado lugar a situaciones que se asemejan a estados fallidos.



« El Universal »