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Tier IV: el CPD más seguro para tu información

Tier IV: el CPD más seguro para tu información
Los centros de datos catalogados como Tier IV son los más fiables de todos los que cuentan con un certificado del Instituto Uptime.

Publicación:20-08-2022
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La planificación y construcción de centros de datos requiere tener en cuenta un sinfín de requisitos.

No solo es necesario tener en cuenta, por tanto, las características que deben tener este tipo de construcciones, o dónde se construyen. También es necesario tener en cuenta la tecnología que se utilizará para desarrollar sus equipamientos, y por supuesto las normas y leyes que es necesario que cumpla. También los certificados que podrá conseguir en función de sus prestaciones y características. Una de estas certificaciones está relacionada con el estándar ANSI/TIA-942 de Infraestructura de telecomunicaciones para centros de datos. Una parte de este estándar se ocupa de catalogar su fiabilidad: la certificación Tier. Tiene varios niveles, que van del Tier I al Tier IV. Este último es el más fiable y seguro, como veremos a continuación.

Qué es una certificación Tier de un centro de datos

Los Tier de centros de datos son un sistema estandarizado de clasificación de CPDs, cuya misión es indicar el nivel de fiabilidad de la infraestructura de los centros de datos. Esta clasificación cataloga sus instalaciones con una certificación Tier entre I y IV. La I es la más baja, es decir, la peor. La IV, la más elevada, es la que identifica a los centros de datos que ofrecen un máximo nivel de rendimiento y fiabilidad.

Esta certificación la concede el Uptime Institute, una organización independiente que se encarga de clasificar las instalaciones de centros de datos con base en varios factores. Son los siguientes: garantía de tiempo de funcionamiento y el coste del servicio. También la tolerancia a fallos, en el sentido de gestionar interrupciones y problemas. Tanto planificados como no planificados.

Con este sistema de clasificación se ofrece un método objetivo para comprender cómo funciona un centro de datos concreto. Eso sí, no se trata de un elemento obligatorio, así que no todos los centros de datos tienen un Tier asignado. Pero muchos lo piden porque con un certificado oficial de este tipo consiguen bastantes ventajas: otorgan más credibilidad a las instalaciones, generan confianza, atraen a posibles clientes y también ayudan a la hora de planificar actualizaciones y ampliaciones del centro de datos.

Para conseguir una certificación Tier, los responsables del centro tienen que enviar planos de las instalaciones y cierta documentación específica al Instituto Uptime. De esta manera conseguirán una certificación oficial. Pero antes, varios representantes de la organización visitarán el centro de datos en persona para inspeccionar sus operaciones, que tendrán en cuenta para conceder la certificación.

¿Qué se tiene en cuenta para conceder una certificación Tier?

El sistema exacto que utiliza el Instituto Uptime para conceder la certificación se desconoce, pero las métricas que utiliza para ello, es decir, lo que tiene en cuenta, son de dominio público. Así, la organización tiene en cuenta los siguientes factores: disponibilidad del servicio y garantía de funcionamiento, estado de la insfraestructura de energía y refrigeración, la experiencia de la plantilla y los protocolos de mantenimiento, el coste del servicio, la sostenibilidad operativa, la capacidad del centro de cumplir los objetivos de negocio a largo plazo, el tiempo que unas instalaciones se ajustan a la llegada y configuración de un nuevo cliente, los niveles de seguridad del centro de datos y la neutralidad del carrier.

También los niveles de redundancia. Es decir, el duplicado de componentes críticos y su almacenado para utilizarlos como copias de seguridad en caso de que haya fallos o haya disrupciones de funcionamiento planificadas. El sistema de concesión de Tiers no requiere que estos utilicen ninguna tecnología en concreto, ni que utilicen un tipo de diseño de instalaciones determinadas.

De esta manera, los fabricantes y mantenedores de centros de datos tienen libertad para elegir entre soluciones que les ofrezcan flexibilidad para cubrir sus objetivos. Así, cada centro de datos puede elegir la mejor forma de cumplir los estándares y los objetivos de los distintos grados de Tier que quieren conseguir.

Los distintos tipos de certificación: de Tier I a Tier IV

En resumen, las cuatro certificaciones Tier para un centro de datos posibles que emite el Instituto Uptime van del I al IV. Todas hacen referencia a centros de datos con una ruta única para la energía y la refrigeración (Tier I y II) o varias de estas rutas (Tier III y IV). Además, los de certificación Tier I no tienen componentes de backup y cuentan con un tiempo de operatividad anual estimado del 99,671%. Los que tienen una certificación Tier II disponen de ciertos componentes de backup y algunas redundancias, así como un tiempo de operatividad del 99,741% anual.

En cuanto a los centros de datos con certificación Tier III, disponen de sistemas redundantes que permiten a su plantilla trabajar en su configuración sin tener que poner offline todo el sistema. Además, cuenta con un tiempo de operatividad anual del 99,982%.

Por último, un centro de datos con Tier IV es completamente tolerante a fallos, y ofrece redundancia para cada uno de sus componentes, como los centros con certificación Tier III. Además, cuenta con un nivel de operatividad anual del 99,995%. ¿Qué significa esto? Que el tiempo que no está operativo cada año no supera los 23,6 minutos. Por eso, los centros de datos que tienen esta certificación son los más caros, pero también los más seguros para tu información.

Características de CPDs con certificación Tier IV

Los centros de datos catalogados como Tier IV son los más fiables de todos los que cuentan con un certificado del Instituto Uptime. Además de las características que hemos visto hasta ahora, este tipo de CPD cuenta, como todos los Tier III, con una solución de backup que pueda mantener su funcionamiento en caso de que haya un apagón de nivel local o regional.

Una de las diferencias entre los centros Tier Iv y los Tier III está en el tiempo que pueden estar operativos durante un incidente de este tipo en caso de apagón. Los centros de datos Tier III pueden estar 72 horas como mínimo, mientras que los certificados Tier 4 son capaces de operar con este backup un mínimo de 96 horas. Por otro lado, los CPDs Tier IV cuentan con diversos sistemas aislados a nivel físico que actúan como componentes redundantes. También como rutas de distribución.

Además de esto, todos los componentes de un CPD Tier IV tienen que contar con soporte de dos generadores, dos sistemas UPS y otros dos de refrigeración. En cuanto a la ruta de distribución del centro, cada una debe ser independiente de las demás. De esta manera, si hay un fallo en una de ellas no ocasionará un efecto dominó que haga fallar a otros componentes. En cuanto a la fuente de energía del Centro de datos, no debe estar conectada a ninguna fuente externa a él.

Redundancia de componentes en Tier IV

Uno de los puntos más importantes de este tipo de centro de datos es la separación física que tienen que tener entre los componentes redundantes. De esta manera, si uno de los componentes sufre un problema que hace, por ejemplo, que deje de funcionar, su componente redundante no se verá afectado y podrá funcionar para sustituirle.

En este tipo de centros de datos, la redundancia entre componentes puede ser de tipo 2N o 2N+1. La primera implica que la instalación cuenta con un sistema independiente y completamente copiado del original. Este sistema es independiente del primero y se encuentra siempre en stand-by a la espera de problemas. Si a un componente primario le sucede algo, una réplica idéntica del backup empieza a funcionar de inmediato para asegurar que las operaciones del componente primario siguen realizándose.

En cuanto al modelo de redundancia 2N+1, ofrece la misma capacidad operativa que uno con el modelo 2N, y además un componente de backup adicional por si hay un fallo cuando hay un sistema secundario operativo. Se trata por tanto de unas instalaciones que ofrecen una seguridad prácticamente total tanto de disponibilidad como de acceso e integridad de los datos.



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