Teletrabajar a cambio de cobrar menos

Y la verdad es que es comprensible ya que, al final trabajar desde casa tiene muchas cosas buenas, siempre que el ambiente sea el adecuado, y siempre que sepamos organizaros y «desconectar» de verdad cuando llega el momento de hacerlo.

Puede parecer fácil, pero la verdad es que no lo es, y sé muy bien de lo que hablo, ya que llevo muchos años teletrabajando. Al final, por muy bien que te organices, siempre acabas apurando al máximo el tiempo, abarcas más de lo que deberías, y tu espacio de trabajo se convierte también en tu rincón principal de ocio, lo que hace que no siempre consigas desconectar de verdad.

El estudio «The Future of Work in Financial Services: Remote or In-Office?», elaborado por la firma de estudio de mercado Atomik Research y la empresa de creación de vídeo Vidyard, confirma que teletrabajar se ha convertido en una de las modalidades favoritas de muchos profesionales, tanto que la mayoría están dispuestos a mantenerla incluso aunque ello implique una reducción de suelo, o la pérdida de ciertas ventajas.

Según los datos de ese estudio, en el que han participado 503 profesionales de servicios financieros que trabajan en sectores como ventas, marketing, recursos humanos y servicios de atención al cliente, un 96% dijo que prefiere teletrabajar aunque tenga que renunciar a una parte de su sueldo para hacerlo de forma permanente, y no hablamos de una cantidad pequeña: un 30% renunciaría a la mitad, o más, de su sueldo.

Esto es fácil de entender, y es que, al final, además de las ventajas en términos de comodidad y conciliación familiar que supone teletrabajar, también está el tema de los gastos y la pérdida de tiempo que supone acudir al lugar de trabajo. En muchos casos compensa, especialmente si nos encontramos a una distancia considerable de nuestro lugar de trabajo.

Sin embargo, no todo es positivo, y es que este informe también indica que un 86% de los encuestados se sienten maltratados por los beneficios que les dan a los que acuden a la oficina. También dicen sentirse ignorados en muchos casos, como por ejemplo cuando participan en reuniones de forma remota (a través de la cámara de su ordenador).

¿Es justo que un empleado que teletrabaja cobre menos que uno que va a la oficina? Personalmente lo tengo muy claro, si el primero hace el mismo trabajo, y mantiene el mismo nivel de productividad que el segundo, no es justo en absoluto. Teletrabajar no es sinónimo de holgazanear, y debemos quitarnos de una vez el estigma que arrastramos en este país en ese sentido, ya que muchos todavía creen que un empleado no trabajará si no esta en una oficina, con el jefe cerca. De hecho es hasta irónico, porque precisamente en más de una oficina he visto como ocurre todo lo contrario.