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Sentir comezón al hablar de chinches
Publicación:09-10-2023
TEMA: #Cultura
Esta puede ser la razón
CIUDAD DE MÉXICO.- Hablar de chinches puede ser molesto, incómodo o grotesco. Incluso algunas personas experimentan ansiedad y se rascan como respuesta al nerviosismo.
Y es que desde que se dio a conocer la presencia de estos insectos en lugares donde circulan miles de personas al día, se generó de manera casi inevitable una especie de pánico colectivo.
En entrevista para EL UNIVERSAL, la psicóloga Rut Lovera Gallardo explicó que la sensación de rascarse ante una situación incómoda se le conoce como prurito psicógeno.
¿Por qué genera comezón hablar de chinches?
Rut Lovera comentó que un factor importante para que las personas experimenten los síntomas del prurito psicógeno, es estar expuestas a la sobreinformación que hay en redes sociales.
Las imágenes que se han viralizado respecto a las picaduras de estos insectos juegan un papel crucial en la psicología, ya que el individuo incluso puede creer que ha sido picado por una chinche.
"Al sentirse la población tan bombardeada por el tema, se genera una somatización, es decir, esas emociones como el miedo, la angustia o el estrés que sienten de estar expuestos a contraer una chinche y lo transforman en síntomas funcionales y físicos reales, inclusive generando urticaria", comentó Lovera.
¿Cómo identificar si estás experimentando una somatización de emociones?
La especialista señaló que el prurito psicógeno es consecuencia de la somatización de emociones, ya que el sistema nervioso está vinculado con la mayor parte de los padecimientos dermatológicos.
Por esta razón, dio una serie de señales para identificar si estás somatizando tus emociones:
Si tu cuerpo se pone en alerta máxima ante el más mínimo picor.
Si tanspiras de las manos o pies al tocar el tema de las chinches u otro insecto.
Si tienes mareos, dolores de cabeza recurrentes, náuseas, pensamientos repetitivos y catastróficos, entre otros.
¿Cuál es la solución?
Si te identificas con una o más de dichas señales, Rut Lovera aconseja lo siguiente:
Expresar esas emociones de manera verbal o inclusive escritas, la idea con esto es liberar estas emociones y tenerlas claras para así buscar una alternativa de lo que está sucediendo.
Realiza ejercicios de respiración y relajación al menos 5 minutos al día.
Toma conciencia del momento presente, del aquí y el ahora, ya que esto ayudará a bajar los niveles de estrés y a tener una atención más plena lo que genera un equilibrio emocional.
Acudir con un especialista en la salud mental que te ayude a tratar las emociones, ya que identificar el prurito psicógeno habla de un trastorno psicológico.
Por último, destacó que si tienes piel inflamada, marcas de rasguños, bultos, manchas o ampollas, piel seca y agrietada, o manchas escamosas y ásperas, acudas con un dermatólogo; pues podría tratarse de los síntomas del prurito psicógeno.
Y es que desde que se dio a conocer la presencia de estos insectos en lugares donde circulan miles de personas al día, se generó de manera casi inevitable una especie de pánico colectivo.
En entrevista para EL UNIVERSAL, la psicóloga Rut Lovera Gallardo explicó que la sensación de rascarse ante una situación incómoda se le conoce como prurito psicógeno.
¿Por qué genera comezón hablar de chinches?
Rut Lovera comentó que un factor importante para que las personas experimenten los síntomas del prurito psicógeno, es estar expuestas a la sobreinformación que hay en redes sociales.
Las imágenes que se han viralizado respecto a las picaduras de estos insectos juegan un papel crucial en la psicología, ya que el individuo incluso puede creer que ha sido picado por una chinche.
"Al sentirse la población tan bombardeada por el tema, se genera una somatización, es decir, esas emociones como el miedo, la angustia o el estrés que sienten de estar expuestos a contraer una chinche y lo transforman en síntomas funcionales y físicos reales, inclusive generando urticaria", comentó Lovera.
¿Cómo identificar si estás experimentando una somatización de emociones?
La especialista señaló que el prurito psicógeno es consecuencia de la somatización de emociones, ya que el sistema nervioso está vinculado con la mayor parte de los padecimientos dermatológicos.
Por esta razón, dio una serie de señales para identificar si estás somatizando tus emociones:
Si tu cuerpo se pone en alerta máxima ante el más mínimo picor.
Si tanspiras de las manos o pies al tocar el tema de las chinches u otro insecto.
Si tienes mareos, dolores de cabeza recurrentes, náuseas, pensamientos repetitivos y catastróficos, entre otros.
¿Cuál es la solución?
Si te identificas con una o más de dichas señales, Rut Lovera aconseja lo siguiente:
Expresar esas emociones de manera verbal o inclusive escritas, la idea con esto es liberar estas emociones y tenerlas claras para así buscar una alternativa de lo que está sucediendo.
Realiza ejercicios de respiración y relajación al menos 5 minutos al día.
Toma conciencia del momento presente, del aquí y el ahora, ya que esto ayudará a bajar los niveles de estrés y a tener una atención más plena lo que genera un equilibrio emocional.
Acudir con un especialista en la salud mental que te ayude a tratar las emociones, ya que identificar el prurito psicógeno habla de un trastorno psicológico.
Por último, destacó que si tienes piel inflamada, marcas de rasguños, bultos, manchas o ampollas, piel seca y agrietada, o manchas escamosas y ásperas, acudas con un dermatólogo; pues podría tratarse de los síntomas del prurito psicógeno.
« El Universal »
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