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Proyecto Camelot

Proyecto Camelot
Con el proyecto Camelot empezó todo

Publicación:11-10-2023
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Cómo Adobe creó el formato PDF que seguimos usando 30 años después.

 

Para bien o para mal, todos conocemos el formato PDF. Es la manera habitual de enviar y recibir documentos, facturas y archivos de texto por internet. Esta es su historia.

En 2023 se cumple el 30 aniversario de Adobe Acrobat. Un programa de ordenador conocido por muchos. Pero es mucho más conocido el formato PDF que nació con este software. Un formato de archivo digital que nació como una necesidad en una época distinta a la actual. Y en la que había multitud de aplicaciones, plataformas y sistemas informáticos. Incompatibles entre sí. Alguien debía crear un formato legible por todos ellos y fácil de imprimir. Un estándar. Y lo consiguieron.

Puede que hoy en día haya más detractores del formato PDF que defensores. El motivo es que cuando nació el PDF, todavía no existía un formato de archivo digital con sus prestaciones. Hoy podemos abrir prácticamente cualquier tipo de archivo en cualquier dispositivo. Hay aplicaciones de ofimática y edición de documentos que funcionan desde internet, sin instalación. Sin ir más lejos, Microsoft Office está online. Y gratis. Pero en los años 90 del siglo pasado, lejos de haber una internet para todos, existían multitud de computadoras, con arquitecturas propias, incompatibles unas con otras. Cada una con su propio editor de texto y su exclusivo formato de edición cerrado. 

El nacimiento del PDF tiene que ver con una carta. O mejor dicho, un documento de seis páginas. Una declaración de intenciones que quería resolver el eterno problema de crear un estándar para que todos pudiéramos compartir la información de un documento sin importar el sistema operativo, el dispositivo y la aplicación de lectura y/o edición. El formato PDF cumplió con creces con esta demanda. Hasta tal punto que hoy sigue siendo un estándar de facto para facturas, manuales de instrucciones y, en definitiva, para cualquier documento de papel que queramos en formato digital por internet.

Con el proyecto Camelot empezó todo

Agosto de 1990. John Warnock, cofundador de Adobe, escribe un documento de seis páginas titulado The Camelot Project, El Proyecto Camelot. No confundir con el proyecto del mismo nombre realizado por el Ejército de Estados Unidos en la década de los 60 del siglo pasado. El documento de Warnock empieza diciendo "el objetivo de este proyecto es resolver un problema fundamental que enfrenta a las compañías de hoy". Y ese problema es, como he comentado al principio, "la habilidad de comunicar material visual entre diferentes sistemas y aplicaciones". 

Adobe se había fundado en 1982 en Mountain View, California. Sus fundadores eran el antes mencionado, John Warnock, y Charles Geschke. Ambos habían trabajado como ingenieros informáticos en el mítico Xerox PARC en la década de los 70. Allí trabajaron en el lanzamiento de Xerox Star, un ordenador que tiene el honor de ser el primero en incorporar tecnologías que hoy están en todas partes. Y también crearon Interpress, un lenguaje que serviría de base para lo que luego sería PostScript y otras tecnologías que permiten trabajar con gráficos en documentos de texto. 

Pero en Xerox no le vieron mucho futuro a Interpress, así que Warnock y Geschke decidieron ir por libre. Precisamente, el primer producto de su nueva empresa sería PostScript, una versión mejorada de Interpress. Cuenta la leyenda que Adobe nació en el garaje del primero, como tantas historias de empresas creadas en garajes que luego se ha comprobado que no es del todo cierto. Lo que sí parece ser verdad es que el nombre de Adobe viene por Adobe Creek, arroyo de adobe o arroyo de San Antonio, situado en Los Altos, California, y que corría cerca de la casa donde vivía Warnock.

Apple, Adobe y el antecesor del formato PDF

Uno de los primeros clientes de Adobe fue Apple. En concreto, la impresora Apple LaserWriter fue la primera en soportar PostScript. Y a Steve Jobs le gustó tanto esta tecnología que ofreció a Warnock y Geschke unos 5 millones de dólares a cambio de la recién nacida Adobe. Si bien no se produjo la compra al completo, los fundadores de Adobe sí accedieron a vender un 19% de la compañía. Así se convertiría en la primera empresa en la historia de Silicon Valley que ya era rentable en su primer año.

Una inversión que también ayudó a los siguientes lanzamientos, como Illustrator, en 1987. Y a adquirir software externo como es el caso de Photoshop, en 1989. Ambos disponibles inicialmente para la plataforma Macintosh. Así que cuando en 1990 surge la idea de crear un nuevo formato para lidiar con documentos de texto y compartirlos en todas partes, Adobe ya es una gran empresa y PostScript es un estándar en la industria de la impresión. Ahora hay que ir más allá y crear el estándar de los documentos para los ordenadores personales.

El equivalente digital del fax de toda la vida

¿Cómo resolver el problema de compartir documentos entre sistemas y programas incompatibles entre sí? La idea es crear un formato estándar que se pueda leer, editar e imprimir por cualquier sistema operativo, software de edición y periféricos de impresión que existan en el mercado de esa época. Y la inspiración, tal y como refleja el documento de John Warnock, surge a partir de una tecnología muy popular en esa década de los 90: el fax. 

Relegada al olvido gracias al correo electrónico, los teléfonos móviles y otras tecnologías, el fax fue un aparato imprescindible en cualquier oficina del mundo. Durante años, el fax servía para hacer lo que hoy resolvemos con un simple mensaje de WhatsApp o un correo electrónico: enviar documentos de un lugar a otro del planeta. Empleando un número de teléfono propio, desde un fax podías enviar a otro fax documentos en papel que eran escaneados al momento e impresos al otro lado. 

Sólo tenías que imprimir el documento, pasarlo por el fax y enviarlo. Como decía Warnock en su documento, no importaba la marca del fax, ni el ordenador con el que se había creado el documento. Un simple papel con texto e imagen bastaba para enviar esa información a cualquier parte.

Los caballeros llegan a Camelot

Aunque el documento The Camelot Project, que inicia oficialmente la creación del formato PDF, tiene fecha de agosto de 1990, cuando ese documento se hace público, al menos a nivel interno dentro de Adobe, hacía meses que se trabajaba en ello. Siguiendo con las referencias artúricas, John Warnock, CEO de Adobe, contactó con Randy Adams para liderar el proyecto. Si Warnock era Arturo, Adams vendría a ser Lancelot, su mano derecha. 

Randy Adams entró a formar parte de Adobe cuando su startup, Emerald City Software, fue comprada a finales de 1989. Gracias a esta adquisicón, Adobe pudo enriquecer su tecnología Adobe Type Manager de gestión de fuentes de letra. Y, como vemos, pudo contar con un buen equipo para trabajar en lo que sería el PDF.

En mayo de 1990, Warnock le explica a Adams su idea, lo que luego aparecerá plasmado en el documento del Proyecto Camelot. La idea es unir dos de sus tecnologías, PostScript y Display PostScript, para crear el formato de documento digital definitivo. Al menos en lo que a intercambio de documentos se refiere. Un formato fácil de imprimir y fácil de mostrar en cualquier pantalla de ordenador.

Una misión ambiciosa que recae en Randy Adams y en su equipo de lo que había sido Emerald City y que ahora era una pieza más de Adobe. Ed Hall y Joe Holt se encargarán de la interfaz gráfica y de la experiencia de usuario, Mike Pell y Bill Woodruff trabajarán en adaptar PostScript para lograr un documento visible en pantalla y listo para imprimir. Y Frank Boosman se encargará de la parte comercial del proyecto. También se sumarán algunos veteranos de Adobe como Mike Schuster, Ivar Durham o Richard Cohen, que ayudarán en la parte técnica para hacer el proyecto compatible con PostScript y Adobe Illustrator.

El nacimiento del formato PDF

En su fase embrionaria, lo que luego se conocerá como Adobe Acrobat recibe el nombre de Carousel. Trabajarán principalmente con Macintosh como plataforma de referencia e irán lanzando varias muestras para enseñarle a John Warnock, CEO de Adobe, sus progresos.

No sólo hay que crear un formato nuevo, lo que llamarán PDF o Portable Document Format. También hay que diseñar unas herramientas para editar y trabajar con ese formato, Adobe Acrobat Exchange y Adobe PDF Writer, y una versión simplificada sólo de lectura, Adobe Acrobat Reader. Todo ello vendrá acompañado de un gestor de fuentes de letra, Adobe Type Manager y un surtido de 14 fuentes. Pero no nos adelantemos.

El 29 de junio de 1990, viernes, John Warnock ve una versión prácticamente terminada de Carousel. En una pequeña sala de conferencias en las instalaciones de Adobe, Adams y su equipo le muestran un programa para Macintosh capaz de ver, imprimir y trabajar con documentos digitales, compatible con PostScript y Adobe Illustrator. Así como un programa más simple sólo para leer ese nuevo formato.

En agosto de 1990, Warnock comparte el documento titulado Proyecto Camelot donde resume, o explica en sus propias palabras, el proyecto en sí mismo y el propósito que quieren conseguir. Y un 15 de junio de 1993, Adobe Acrobat se pone a la venta acompañado del nuevo formato PDF. Todo ello acompañado de una presentación en el Equitable Center de Nueva York, por todo lo alto, y retransmitida en directo vía satélite.

Un legado que parece no tener fin

No descubro nada nuevo al decir que tanto Adobe Acrobat como Adobe Reader y el formato PDF se convertirán en estándares de facto en millones de ordenadores de todo el mundo. Pero no será hasta 2008 que este formato propietario se liberará para que cualquiera pueda crear software compatible sin pagar licencias a Adobe

En la actualidad, cualquier dispositivo y sistema operativo permiten leer documentos PDF. Es más. Con la función de impresión es posible convertir gratuitamente cualquier documento de imagen o texto en PDF. O guardar una página web directamente a ese formato. El formato PDF hizo posible compartir un documento en cualquier plataforma.

Puede que hoy existan formatos más adecuados para lidiar con texto, imagen, tablas, enlaces, formularios, firmas digitales y otros elementos que el formato PDF ha ido incorporando a lo largo de los años. También ha añadido la protección por contraseña o la posibilidad de optimizar el tamaño y calidad del documento. Y hay decenas de herramientas para lidiar con un PDF además de las oficiales de Adobe. Con todo, el PDF sigue estando ahí y seguirá estando más allá de sus 30 años de vida. 



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