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El Muralismo desbordado de la identidad mexicana
Publicación:19-05-2023
TEMA: #Cultura
El cual tiene como objetivo reinterpretar el arte muralista desde perspectivas contemporáneas y multidisciplinares.
CIUDAD DE MÉXICO.- Inspirado en los artistas del muralismo mexicano, el cineasta Santiago Sierra Soler presenta la videoinstalación Dioses y Maquinas, obra que es la primera entrega del proyecto Muralismo
Desbordado, el cual tiene como objetivo reinterpretar el arte muralista desde perspectivas contemporáneas y multidisciplinares.
Presentada en siete canales (pantallas) que hacen un recorrido sobre la Conquista española y el proceso de mestizaje, la obra sumerge al espectador en un viaje de personajes, historias y reflexiones en torno a la identidad mexicana actual.
Sierra Soler se inspiró en murales de Diego Rivera, Saturnino Herrán, José Clemente Orozco y Fermín Revueltas para crear un universo onírico que reflexiona sobre el pasado indígena.
"El trabajo se inspiró en el mural Xochipilli de Diego Rivera, ese mural fue la pieza a partir de la cual pudimos acomodar las demás referencias, pudimos contar una historia propia", relata Santiago Sierra Soler.
El cineasta señala que la videoinstalación cuenta una historia alrededor de los mitos del mestizaje y la Conquista. "Esta historia comienza en un paisaje onírico que es el paisaje de las flores, el de Xochipilli, y que deja ver el mundo prehispánico, el mundo ritual y la Conquista hasta la eramoderna".
Las pantallas se encuentran en forma de zig zag sobre las paredes de una sala oscura, lo que genera una atmósfera que envuelve al visitante. La distribución de las pantallas permite verlas todas al momento de ingresar a la sala, sin embargo, el orden permite seguir una historia con orden cronológico, pero el espacio también está pensado para que el espectador lo pueda alterar en cualquier momento y entender lo que ve.
Sierra Soler expresa que su intención también es reflexionar sobre el "universo muralista". "Creo que este universo consiste en hacernos preguntas, en cuestionarnos nuestra identidad y preguntarnos quiénes somos y hacia dónde vamos".
El artista agrega, que completar el proyecto le tomó 9 meses, y se realizó en conjunto con el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Otros murales reinterpretados por Sierra Soler son Nuestros Dioses (1918), de Saturnino Herrán; Sacrificio Humano (1947), de José Clemente Orozco; Guerrero Indio (1931), y Mercado de Tlatelolco (1942), ambos de Diego Rivera, entre otros.
Sobre el traslado del arte muralista a la cinematografía, Sierra Soler expresa que hubo retos en el camino, pero recalca la importancia de conocer la historia mexicana y tener consciencia del pasado. "Es importante que nos podamos sentir identificados, que hablemos de temáticas actuales desde diferentes soportes".
La muestra estará disponible hasta el 27 de agosto en la Sala Paul Westheim del Museo del Palacio de Bellas Artes.
Presentada en siete canales (pantallas) que hacen un recorrido sobre la Conquista española y el proceso de mestizaje, la obra sumerge al espectador en un viaje de personajes, historias y reflexiones en torno a la identidad mexicana actual.
Sierra Soler se inspiró en murales de Diego Rivera, Saturnino Herrán, José Clemente Orozco y Fermín Revueltas para crear un universo onírico que reflexiona sobre el pasado indígena.
"El trabajo se inspiró en el mural Xochipilli de Diego Rivera, ese mural fue la pieza a partir de la cual pudimos acomodar las demás referencias, pudimos contar una historia propia", relata Santiago Sierra Soler.
El cineasta señala que la videoinstalación cuenta una historia alrededor de los mitos del mestizaje y la Conquista. "Esta historia comienza en un paisaje onírico que es el paisaje de las flores, el de Xochipilli, y que deja ver el mundo prehispánico, el mundo ritual y la Conquista hasta la eramoderna".
Las pantallas se encuentran en forma de zig zag sobre las paredes de una sala oscura, lo que genera una atmósfera que envuelve al visitante. La distribución de las pantallas permite verlas todas al momento de ingresar a la sala, sin embargo, el orden permite seguir una historia con orden cronológico, pero el espacio también está pensado para que el espectador lo pueda alterar en cualquier momento y entender lo que ve.
Sierra Soler expresa que su intención también es reflexionar sobre el "universo muralista". "Creo que este universo consiste en hacernos preguntas, en cuestionarnos nuestra identidad y preguntarnos quiénes somos y hacia dónde vamos".
El artista agrega, que completar el proyecto le tomó 9 meses, y se realizó en conjunto con el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Otros murales reinterpretados por Sierra Soler son Nuestros Dioses (1918), de Saturnino Herrán; Sacrificio Humano (1947), de José Clemente Orozco; Guerrero Indio (1931), y Mercado de Tlatelolco (1942), ambos de Diego Rivera, entre otros.
Sobre el traslado del arte muralista a la cinematografía, Sierra Soler expresa que hubo retos en el camino, pero recalca la importancia de conocer la historia mexicana y tener consciencia del pasado. "Es importante que nos podamos sentir identificados, que hablemos de temáticas actuales desde diferentes soportes".
La muestra estará disponible hasta el 27 de agosto en la Sala Paul Westheim del Museo del Palacio de Bellas Artes.
« El Universal »
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