Alberto Ruy Sánchez: deshilando la historia

Hace tantos años que Alberto Ruy Sánchez y Margarita de Orellana viajaron en cuarta clase en un barco que se dirigía a Tanger. Eran jóvenes, escritores, mexicanos bohemios probando suerte en el extranjero. 

Luego de la travesía hacia tierras marroquíes, la pareja recuerda que habían pasado una muy mala noche. 

Cuando la mayor parte de la tripulación había descendido en la ciudad africana, se percataron que la cuarta clase, compuesta en su mayoría por trabajadores africanos, estaba arremolinada en una esquina del mueble. 

Escuchaban con atención a un cuenta cuentos que relataba, aderezado por un estilo muy cercano a La nave de los locos, la experiencia vivida por todos en esa cabina durante las horas nocturnas del viaje.

Relatar, escuchar, es casi lo mismo, señaló Ruy Sánchez al público asistente a la UANLeer 2020, quienes se dieron cita en el Patio Ala Sur para la presentación de Dicen las jacarandas, último libro del escritor sonorense editado por Era.

Lo anterior se llevó a cabo como parte del Encuentro de Círculos de Lectura. Constató el talento magistral que Ruy Sánchez tiene como narrador, pues mantenía cautivados a los asistentes, en su mayoría jóvenes bachilleres. 

“Se escribe como todo el cuerpo. La literatura te toca con los ojos, los oídos, las manos. Por eso digo que la literatura es un acto de placer”, señaló el autor de Nueve veces el asombro.

“Cuando la conocí (Margarita), ella ya había leído libros muy importantes de feminismo. Yo venía arrastrando un mal común. Fui educado como un típico macho mexicano. 

“Yo sentía el reto de querer seguir viviendo con ella, así que comencé a transformar mi comportamiento”, apuntó.

Esta búsqueda sobre la identidad del hombre, el placer, el deseo hacia la mujer, parecen ser los temas que han obsesionado a Ruy Sánchez, perteneciente a una familia sonorense avecindada en Ciudad de México.

Luego de haber recibido el Reconocimiento al Mérito Editorial junto a su esposa Margarita de Orellana, Ruy Sánchez relató, en relación al contexto que se vive en el país, su proceso de pasar de un típico macho educado a la mexicana, a un feminista consciente.

“Me di cuenta que en mi familia siempre gustamos de contar historias. Siempre he sido alguien que gusta de escuchar. Creo que mi obra, durante 30 años, ha sido eso, la búsqueda. En eso estaba buscando mi propia voz”, detalló.

Cuando escribió aquellas novelas que forman El Quinteto de Mogador, el escritor no estaba pensando trabajar un género literario en específico. Recuerda los debates con el editor, quien le señalaba que escribía géneros híbridos.

“Me di cuenta que estaba escribiendo en un género extraño, que escribía cosas anfibias. Tal vez sea porque me nutro o inspiro en temas que están lejanos a la escritura, por ejemplo, los textiles, voy deshilando historias en vez de hilar”, finalizó para pasar a la firma de libros.

La UANLeer 2020 llega a 10 años formando lectores, y continúa su actividad en Colegio Civil hasta el 15 de marzo.