Acuerdan diez países europeos construir un ´muro antidrones´

Diez países europeos, incluida Ucrania, se reunieron el viernes para ultimar los planes de construcción de un "muro antidrones" destinado a proteger las fronteras orientales de la Unión Europea frente a incursiones rusas. 

El proyecto, apoyado por la Comisión Europea, fue lanzado oficialmente tras los recientes incidentes de drones en Polonia, Rumanía y Estonia.

El sistema está diseñado para desplegar tecnologías de detección y neutralización en las fronteras, respondiendo a las violaciones recientes del espacio aéreo, como los sobrevuelos de MiG-31 en Estonia y drones en Polonia y Rumanía. 

Las autoridades europeas consideran que Rusia podría estar detrás de estas incursiones, aunque aún no se han presentado acusaciones formales.

La iniciativa surge después de que varios aeropuertos daneses y uno noruego tuvieran que cerrar temporalmente debido a drones no identificados, que se cree podrían haber sido lanzados desde barcos vinculados a Moscú. 

Expertos advierten que estas incursiones constituyen una "amenaza sistemática" y requieren medidas urgentes.

"El panorama de seguridad ha cambiado en Europa y es vital encontrar formas de protegerse contra el creciente número de drones hostiles", afirmó James Patton Rogers, especialista en drones militares de la Universidad de Cornell. 

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló recientemente que el proyecto debe representar "la base de una defensa europea creíble".

El comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, aseguró que el "muro antidrones" debería estar operativo en 12 meses, aunque expertos consideran esta meta ambiciosa y dependiente de cómo se defina técnicamente el sistema. 

Sin embargo, el "muro" enfrenta obstáculos prácticos y geográficos.

Tendría que cubrir las fronteras de los diez países participantes y aún así no garantizaría protección frente a operaciones desde otros países europeos. 

Además, drones cada vez más pequeños y autónomos, impulsados por inteligencia artificial, podrían saturar la capacidad de interceptación.

Según expertos, la vida útil de los sistemas antidrones puede ser tan corta como seis semanas, lo que implica actualizaciones constantes y una inversión económica elevada. 

Los costos y la logística de producción de drones interceptores y entrenamiento de personal son aspectos que aún requieren planificación.

Por último, existen desafíos políticos e institucionales.

La Comisión Europea propuso un paquete de préstamos de 150,000 millones de euros para fortalecer la defensa común, pero la distribución de estos fondos podría generar debates entre los países, sobre todo aquellos con relaciones cercanas a Moscú, como Eslovaquia y Hungría.