Ante la proximidad de las elecciones del 2 de junio es indispensable que ejerzamos nuestro derecho a votar.

No olvidemos que el sistema democrático mexicano se basa en elecciones, partidos políticos, separación de poderes y marco legal que protege derechos y libertades de los ciudadanos; con instituciones autónomas que aseguran el funcionamiento político. Nuestra democracia es deliberativa y permite la pluralidad de opiniones y la libertad de prensa, de tránsito y de expresión. 

La única forma de cuidar y fortalecer nuestro sistema democrático es a través de la participación ciudadana mediante los mecanismos establecidos y el voto es uno de ellos. 

El voto es nuestro derecho para participar en la construcción de un país próspero y para exigir a los gobernantes resultados y transparencia política. 

Moisés Naim señala "la democracia lleva incorporada una respuesta para los frustrados: si no nos gustan los que están en el poder, ¡votemos a otros!"

Para una votación responsable, necesitamos tener un voto informado, es decir, con conocimiento sólido y completo sobre la situación actual del país para en función a esta, considerar las propuestas de visión de las y los candidatos. Asegurarnos de elegir representantes que reflejen la voluntad, los intereses y las necesidades de la población y del país con visión futura, pero, sobre todo, rescatar lo perdido.

En otras ocasiones hemos hablado de la dificultad de identificar la verdad debido a la manipulación de la información, sin embargo, debemos hacer el ejercicio para tomar una decisión racional con convicción del voto.

Para buscar información confiable que nos ayude, comparto algunas reflexiones.

Es fundamental tener conciencia de los logros y vacíos del gobierno actual. Utilizar los indicadores numéricos de las páginas oficiales y confrontarlos con otras fuentes para asegurar consistencia entre los datos. Si no la hay, confirmar mediante otras búsquedas cuál es la correcta y así tener la visión completa y objetiva de los resultados de gestión. ¿Hemos avanzado o retrocedido?

Para mí los mejores indicadores de la eficacia de un gobierno son: 1. violaciones a los derechos humanos con relación al acceso a la educación, salud y justicia; 2. contar con condiciones seguras para trabajar, convivir y transitar sin discriminación; 3. tener oportunidades para la movilidad social. ¿Hemos avanzado o retrocedido?

Savater en su publicación Solo Integral señala: "No es criticable que el Estado proteja a los débiles, pero sí que debilite a todos con su protección como proyecto político".

Una técnica que ayuda es tener claro lo que no queremos. Por ejemplo, los aspectos que en México nos siguen lastimando son la corrupción, la impunidad, la doble moral, el nepotismo y la falta de transparencia. Ahora también, gracias a la 4T, nos preocupa la presencia del narco en los niveles de gobierno, el poder de los militares, la violencia en las calles, la amenaza a la democracia, las obras faraónicas improductivas, el autoritarismo, los "otros datos", las violaciones a la ley y la amenaza a las instituciones autónomas entre otros aspectos. Tampoco queremos un país polarizado y dividido por mentiras. No queremos "espejitos" ni simulaciones.

"...lo único exigible y en lo que debemos ser intransigentes es el cumplimiento de la ley...quien proponga saltarse la ley por el bien del país, sea de derechas o de izquierdas, es un enemigo inequívoco de la democracia", expresa Savater.

Queremos reconstruir, proteger nuestras libertades y salvar la democracia.

Por supuesto que también es necesario consultar las páginas oficiales de las y los candidatos, y escuchar sus declaraciones en entrevistas y debates. Examinar sus propuestas por ejes de atención prioritaria para el país. Revisar la lógica del planteamiento, el soporte de datos y si presentan factibilidad presupuestal. Identificar si reflejan conocimiento de las necesidades de la población y competencia profesional. Recordemos que en campaña abundarán las promesas y no todas son factibles de realizar. Además, en estas elecciones tenemos dos visiones opuestas de país y la propaganda oficial que apoya a una de ellas esconde realidades, tragedias y utiliza información falsa como decir que los programas sociales desaparecerán. 

Ciertamente las y los candidatos están ligados a partidos políticos los cuales atraviesan una fuerte crisis de credibilidad, pero además de que es lo que tenemos, pensemos que el partido más grande somos los ciudadanos que decidimos. 

Recordemos que en esta elección además del cargo presidencial hay puestos para el congreso federal y local, así como alcaldías, por lo que el contrapeso es fundamental.

Pensemos en el futuro que queremos para nosotros, nuestra familia y nuestro país. La decisión es personal y sin presiones; no debe estar condicionada a nada. 

Debemos estar unidos por una sola causa: México en democracia, en libertad y con bienestar para todos. 

Todos a votar el próximo 2 de junio.

Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com