Opinión Editorial
Tras la pista del comprador de anuncios
Publicación:23-07-2020
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Al final de cuentas el consumidor del medio de comunicación sigue la pista del anunciante sin ideas
Con motivo de la conferencia presidencial de Andrés Manuel López Obrador, celebrada el día de ayer: 22 de julio de este año, y quien estuvo acompañado de funcionarios, dirigentes del poder Legislativo y agentes económicos como Carlos Salazar Lomelín (Presidente del Consejo Coordinador Empresarial y Fomento Económico Mexicano-FEMSA, y la cual sirvió como fuente de compromisos en que se acordó confiar a la Secretaría de Marina y a la de la Defensa Nacional la administración y vigilancia de las aduanas; modificar el actual sistema de pensiones y jubilaciones que se hizo sobre sueldos altísimos a costillas del erario público y modificar la Ley Federal de Trabajo para eliminar el coyotaje sindical. En suma, estos acuerdos, por una parte, removió en el actual gobierno la existencia de componentes funcionales que señalan la capacidad funcional del actual gobierno que se basa en la existencia de los partidos, pero no en la actual composición del Instituto Nacional Electoral.
Por otra parte, los anteriores acuerdos dados a conocer antier resucitaron la controversia doctrinal que suscitó John Calhoun (Vicepresidente de Estados Unidos) ante al concepto de la tiranía de la mayoría, y en su lugar aduce la doctrina de la mayoría concurrente, a través de la cual John Calhoun realiza ante el Senado norteamericano un intento para conciliar la regla de la mayoría con la protección de los intereses de los grupos minoritarios. En este sentido, no existe duda de que Calhoun mantuvo su posición ideológica para asegurar la propiedad esclavista del Sur, que tenía intereses distintos del resto de la nación. Mantenía que la justicia política y la estabilidad se garantizaban mediante un veto defensivo, correspondiente a cada uno de los territorios principales de la Unión federal, similar a las doctrinas que concedían voz y voto a cada uno de los principales grupos económicos de la comunidad.
Lo cual tampoco puede ser igual a lo que en México afirman los modernos separatistas que demandan una revisión a la Ley de Coordinación Fiscal en nombre de la oposición y hasta de la independencia, cuando creen que no tienen por qué realizar ahorros y prescindir de una administración de cargos inspirados en que los gobernantes ejercen derechos propios.
“La mayoría concurrente -escribe Pablo Lucas Verdú refiriéndose a las aportaciones de John C. Calhoun- tiende a unir los intereses más opuestos y conflictivos y al todo con un lazo común con el país. En efecto, si se concede a cada interés, o parte, el poder de auto protegerse, se previene cualquier contienda o lucha entre ellos por el ascenso. De este modo, no solo se suprime todo sentimiento calculado para debilitar el vínculo con el todo; además, de lograr unir los sentimientos individuales y sociales en una devoción común al país. En efecto -continúa el autor, ilusionado con un razonamiento discutible -, cada uno comprueba y siente que promueve de la mejor manera su propia prosperidad y la de los otros. Así se difundirán buenos sentimientos a través de la mayoría concurrente y entre sus partes diferentes en lugar de la antipatía. (…) No obstante, Pablo Luas Verdú en pie de página asienta: Sin discutir las buenas intenciones de Calhoun es dudoso que puedan conciliarse el abolicionismo y la esclavitud” (Estudio Preeliminar de Luas Verdú en la obra Disquisición del gobierno 1851-1856 de Jhon Colhoun. Ed. Tecnos, Madrid, 1996).
Pero el surgimiento de un gobierno como el de Andrés Manuel López Obrador, basada su legitimación en un largo proceso de inconformidad social derivado del corporativismo y de deformación de la voluntad popular, no le ha dejado a la oposición política al gobierno la posibilidad de reivindicar lo que nunca hizo cuando estuvo a cargo de la dirección política gubernamental: la elaboración de compromisos entre los intereses de estos grupos beneficiados antes por la gestión pública de la alternancia, y en la creencia de que una mentira repetida mil veces llega a creerse a pie juntillas, sin calcular que el hombre también piensa y actúa por sus carencias sistemáticas y acumuladas, optó por acogerse a los intelectuales financiados , a sabiendas de que Jean Paul Sartre acusó en su obra ¿Qué es la literatura?, que el escritor de origen burgués raras veces señala la relación en numerario que existe entre lo que escribe, declama, canta y suspira, y lo que recibe a cambio de ello.
Y entre estos intelectuales se encuentran Héctor Aguilar Camín por el surgimiento de su revista Nexos con recursos del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, Enrique Krauze cuyo nacimiento se encuentra unido a Televisa desde la época de Emilio Azcárraga Jean. Pero en fin, por eta ocasión no nos vamos a detener en el filósofo francés del existencialismo ateo que militó en el Partido Comunista de Francia, sino de Wall Street Journal cuando entre sus articulistas denunció que ningún periodista negaría que de las más grandes debilidades en el reportaje presentado por la prensa estadounidense es el reportaje de sí misma. Pero entre los límites extremos y cuando el medio de comunicación depende más de negocios externos mayor es el campo para encontrar las necesidades que cambian y los momentos en que debe cambiarse. Y en esto se encuentra la cobardía, venalidad y estupidez , pero mantiene abierto y latente el mercado de las ideas, que corresponden a la ideología de las decisiones. Lo que hace infinitamente preciosa la publicación de los intelectuales que dejaron de ser los portavoces del gobierno, porque al final de cuentas el consumidor del medio de comunicación sigue la pista del anunciante sin ideas.
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