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Opinión Editorial


Tensión México-EU. La democracia


Publicación:18-03-2023
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Rara vez los medios en Estados Unidos ponen tanta atención y dan tanto espacio a las noticias sobre México.

Hay muchos frentes abiertos. Está el económico por el maíz transgénico, está el migratorio, el del tráfico de fentanilo y está el de la democracia. La relación entre México y Estados Unidos se ha tensado en las últimas semanas por todos estos motivos. Comienzo hoy por el democrático-electoral. 

A principios de enero entrevisté en Washington DC al senador Bob Menéndez. El escenario no podía ser mejor. Estábamos dentro de la sala del Comité de Asuntos Exteriores en el edificio del Senado. Menéndez encabeza ese comité y ha sido muy vocal sobre sus preocupaciones por México

—Cuando vemos que un país como México quiere cambiar su sistema electoral, ¿para qué propósito es eso? No es para hacerlo más honesto y transparente. No. Es para hacerlo a beneficio de quien está en el poder. —me dijo sobre el Plan B de la reforma electoral. 

Después de la marcha en defensa del INE el 26 de febrero, el periódico The Wall Street Journal publicó en su primera plana una enorme fotografía del zócalo pintado de rosa, lleno de manifestantes en contra de los cambios que se acababan de aprobar en el Congreso. "Mexicanos se manifiestan en todo el país en contra de la reforma electoral del Presidente. Los manifestantes dicen que los cambios a la ley ponen en riesgo la organización de futuras elecciones", decía el titular. Rara vez los medios en Estados Unidos ponen tanta atención y dan tanto espacio a las noticias sobre México

—¿Por qué el presidente López Obrador quiere debilitar al INE? —le pregunté esta semana a Lorenzo Córdova, Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral. 

—Es muy difícil de entender, porque si hay un partido que se haya beneficiado de la existencia de un órgano institucional que garantice elecciones equitativas como el INE, ha sido justamente Morena, —me respondió Córdova.  —La única razón que yo alcanzo a ver es que el INE ha ejercido su autonomía en toda decisión y respecto de cualquier gobierno. Y lo ha hecho respecto del gobierno que se fue, del gobierno actual y estoy seguro de que ocurrirá con los gobiernos que están por venir. Y creo que eso es algo que molesta. 

—¿Es entonces un acto autoritario del Presidente? 

—Yo creo que es un acto regresivo. El acoso del que el INE ha sido objeto en los últimos 4 años es muy similar a lo que sucedió en Estados Unidos con el gobierno de Donald Trump, que acusó de un fraude electoral como una manera de justificar su derrota. 

El periodista de la cadena CNN, Fareed Zakaria, fue todavía más lejos: "López Obrador ha resultado ser el Donald Trump mexicano," escribió en su editorial del Washington Post. Puede uno estar o no de acuerdo con esa afirmación, pero el hecho es que el tono de las críticas se ha elevado.  

En México, sin embargo, más allá de la preocupación en Estados Unidos, el Plan B divide. Hay muchos que están a favor y defienden la medida del Presidente. Por eso, en la entrevista que concedió a Noticias Telemundo, le pregunté a Lorenzo Córdova: 

—Hay argumentos que conectan con gran parte de la población. Por ejemplo, que el INE es muy caro. Usted gana 260 mil pesos mensuales.  

—Brutos —me interrumpió. —Es decir, después de impuestos son unos 178 mil pesos netos. 

—¿Deben ganar menos los consejeros del INE

—Esa es una discusión que está abierta. Pero surge a partir de una falacia. Se dice que ningún funcionario público debe ganar más que el Presidente. Pero eso es falso. Lo que la Constitución dice es que ningún funcionario debe recibir una remuneración mayor a la del Presidente. Y explica qué es una remuneración. No son solamente los sueldos o las prestaciones. Son también los beneficios en especie. Y en ese sentido no existe ningún funcionario del INE que reciba una mayor remuneración que la del Presidente. 

—¿De dónde pueden reducirse los costos? 

—Podríamos ahorrar en cómo hacemos las elecciones. Sin duda. Pero podemos correr el riesgo de abrirnos un problema y la posibilidad de que algún partido diga que se está haciendo fraude. 

El Plan B está ahora en manos de la Suprema Corte de Justicia. Y en Estados Unidos estarán atentos a la decisión final. 



« Julio Vaqueiro »