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Opinión Editorial


Reviviendo Monterrey VI


Publicación:03-12-2024
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El proyecto es bueno, sería una verdadera solución a largo plazo del problema del agua que aqueja a nuestra región

Durante su visita a Veracruz para atestiguar la toma de protesta de la gobernadora de ese estado, Rocío Nahle, Samuel García aventuró la posibilidad de revivir el proyecto de traer agua a Nuevo León desde el Río Pánuco, un proyecto que se desechó por caro al inicio del sexenio de Jaime Rodríguez Calderón, cuando se hablaba de un monto inicial cercano a los 15 mil millones de pesos el cual aumentó hasta casi 60 mmdp, además de que la adjudicación de la obra fue ampliamente cuestionada.

Llama la atención el hecho de que, aunque en el sexenio anterior en principio se negó la posibilidad de que la federación apoyara el proyecto, hoy se quiera presentar como una colaboración entre los estados de Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potosí, Coahuila y Nuevo León, cuando el gobierno de este último estado se encuentra entrampado sin siquiera poder asegurar el presupuesto para 2025.

El proyecto es bueno, sería una verdadera solución a largo plazo del problema del agua que aqueja a nuestra región, el cual ya hizo crisis hace dos años con los resultados que tuvimos que sufrir los nuevoleoneses hasta la llegada de las lluvias y la construcción del segundo acueducto del Cuchillo, pero que continúa latente.

Hay, sin embargo, algunos inconvenientes que deberían tenerse en cuenta, iniciar una obra de la magnitud que tiene Monterrey VI cuando no se tiene la certeza de contar con los recursos para ello no garantiza el éxito de este, sobre todo cuando los costos actuales seguramente serán muy superiores a los manejados hace 10 años, sobre todo cuando no se avizora en el horizonte federal la capacidad de apoyar una obra como esta y menos cuando ella no necesariamente significa lo mismo para los estados involucrados.

El presupuesto del estado de Nuevo León en los últimos años ha tenido un crecimiento muy importante, pese a lo cual la deuda estatal también se ha incrementado por más que el tesorero Carlos Garza asegure lo contrario haciendo malabares con los números y el espacio que queda para el endeudamiento no es muy amplio como para lanzarse a la realización de este tipo de obras.

Insistimos, no es que la obra no sea necesaria, lo es, lo que sucede es que su realización debe ser fruto de una detallada y bien fundamentada planeación de largo plazo, sobre todo cuando en ella se involucran 5 estados con motivaciones y necesidades diferentes.

Por otra parte, Monterrey VI es una obra cuya construcción llevará mucho más tiempo de lo que falta de este sexenio, por lo cual el gobernador tendría que involucrar a diferentes actores en el estado, entre ellos al Congreso local con el cual no lleva una buena relación y seguramente tendría dificultades para convencer a los legisladores de que aprobaran un proyecto de esta magnitud.

Son tiempos de proyectos sólidos porque los años por venir auguran ser de recursos escasos. Es necesario pensar detalladamente antes de iniciar siquiera las pláticas este tipo de obras.

Comisión Internacional de Derechos Humanos  y licenciado en derecho




« Raúl Guajardo Cantú »