Actualmente el Estado de Nuevo León enfrenta un grave problema: la falta de coladeras, rejillas, tapas de pozo de visita, tapas de pozo de registro y el resto del mobiliario urbano ubicado en las calles de algunas colonias del Estado, las cuales son utilizadas para la prestación de servicios públicos como servicios de agua y drenaje, energía eléctrica, gas natural, telecomunicaciones, entre otros.

Debido a esta problemática, la infraestructura urbana del Estado de Nuevo León se está viendo afectada, la cual se puede definir como el conjunto de servicios que se encuentra conformada por todas las estructuras, redes y servicios que permiten el normal funcionamiento de la vida ciudadana. Como por ejemplo el mantenimiento y gestión del espacio público, el transporte colectivo, la recolección de desechos, las redes de alcantarillado e iluminación y los cuerpos de seguridad.

Las consecuencias derivadas de esta situación no parece disminuir conforme pasa el tiempo, entre ellas se destaca el daño a vehículos, accidentes viales que generan congestionamiento y caos vial en calles y colonias, e incluso en ocasiones, lesiones y defunciones de individuos, en su mayoría inocentes.

Todo lo anterior, sin tomar en cuenta que esta problemática trae además como consecuencia a largo plazo el desencadenamiento de problemas ambientales y de salud pública, ya que una alcantarilla sin tapa, si bien es un peligro para automovilistas y peatones, a su vez se convierte en un foco de infección.

La ley actual menciona que es responsabilidad de los Municipios atender los temas relacionados al alcantarillado de las vías públicas, sin embargo, no se hace el suficiente énfasis en la manera en la que se va a solucionar esta problemática derivadas del alcantarillado, hablando específicamente en este caso de los robos de este mobiliario, es por este motivo la necesidad de realizar una reforma a la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano para el Estado de Nuevo León, a fin de que se pueda especificar la obligación que tienen tanto los Municipios como las empresas paraestatales, dentro del ámbito de su suficiencia presupuestal y de la esfera de sus competencias, el reponer la falta de mobiliario urbano, por materiales sustentables y más económicos.

Por otra parte, de enero a noviembre del año 2022, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) sustituyó 1,664 accesorios de coladeras, de los cuales 66.6% fueron tapas rejillas; En tanto que la inversión para sustituir coladeras, rejillas y pozos de visita aumentó de 2019 a 2022, tiempo en el cual se gastó un total de 47 millones 518 mil 841 pesos.

En busca de nuevas soluciones para esta problemática, la misma Ciudad de México, ha renovado 1,730 coladeras y rejillas de fierro por elementos plásticos, también ha cambiado otros 630 elementos de fierro por unos de concreto. El titular de la Secretaría de Obras y Servicios indicó que hasta el momento no se han robado ninguno de los nuevos elementos.

Por lo anterior, nos encontramos ante una problemática urbana en donde las Empresas Paraestatales y los Municipios tienen el importante reto de lograr la reparación y reposición de este mobiliario con los materiales adecuados, a fin de desincentivar el robo del mismo.

En virtud de estas manifestaciones es que consideramos necesario adicionar al Artículo 170 de la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano para el Estado de Nuevo León, el establecimiento de obligaciones para que las Empresas Paraestatales y los Municipios del Estado, sustituyan este equipamiento urbano por materiales sustentables que cumplan con los parámetros para sostener el peso de los vehículos y realizar su función, para que puedan transitar por encima de ellos, a fin de resguardar la integridad de las y los ciudadanos.