El pasado jueves 8 de septiembre, de conformidad con la Constitución, el secretario de Hacienda presentó ante la Cámara de Diputados el paquete económico para 2023. La Cámara de Diputados tiene como facultad exclusiva la decisión sobre la aprobación o modificación del presupuesto de egresos. Será importante estar atentos al seguimiento de organizaciones como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), así como el actuar de los propios legisladores y el parlamento abierto que también representa un esfuerzo de especialistas con respecto al gasto en el país.

El paquete incluye:

1) Los criterios generales de política económica que expresan el análisis del propio gobierno para evaluar las estimaciones que le llevan a establecer lo que va a recibir la administración y la manera en que va a gastarlo.

2) La iniciativa de la Ley de Ingresos en la que se calcula lo que el Estado Mexicano va a recibir durante el año. Ese dinero no es del Presidente de la República ni del Congreso, ese dinero es de todos.

3) El Proyecto de Presupuesto de Egresos en el que se establece la distribución de nuestro dinero.

Me sumo a lo expresado ya por diputados de la oposición y por mexicanos que han señalado ya varios datos preocupantes. A continuación, señalo sólo siete puntos como muestra:

1.- El gobierno de México calcula un crecimiento de 2.4%, aún cuando no ha hecho nada para llegar a ese crecimiento.

2.- La deuda pública aumenta una vez más y se convierte en la mayor de este siglo.

3.- No habrá dinero para vacunas, ni para escuelas de tiempo completo, ni para indígenas, etc., pero sí lo habrá para las tres obras favoritas de la 4T: El AIFA, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.

4.- Recortan 16 mil millones de pesos al presupuesto del programa de Vacunación.

5.- Una vez más, reducen el presupuesto del Fondo de Salud para el Bienestar.

6.- La ciencia y tecnología siguen siendo castigadas.

7.- El incremento del presupuesto en Educación sólo se hace a “La Escuela es Nuestra”, programa que carece de mecanismo de rendición de cuentas y de infraestructura suficiente para llevar a cabo sus objetivos.

Pobre México, pero, desde la oposición, daremos la batalla en la Cámara de Diputados.