Opinión Editorial
Ni pa´atrás, ni pa´delante
Publicación:12-12-2024
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Sería conveniente que los "representantes" de los ciudadanos reflexionaran acerca de su papel en la democracia y cambien sus posturas
El juego de la gallina consiste en que dos autos se dirijan uno hacia el otro a toda velocidad y ver quién es el primero en hacerse a un lado para evitar el choque, algo similar está sucediendo, al menos hasta el momento de escribir estas líneas, en las negociaciones para aprobar el presupuesto 2025 de Nuevo León.
Tal es la diferencia de posturas que el grupo legislativo del PAN, en voz del diputado Carlos de la Fuente, ya avisó que si el gobierno no acepta los cambios propuestos por su bancada y sus aliados, lo mejor es dejar la negociación, de las repercusiones para los ciudadanos, mejor ni hablar.
Parece que de lo que se trata es de quién va a pagar el costo político de lo que suceda con el presupuesto, aunque ello signifique que los ciudadanos nos quedemos sin los servicios que requerimos sí o sí.
Envalentonado, de la Fuente declaró que no hay para dónde hacerse dado que nadie quiere ceder en sus posturas y acusó al gobierno del estado de no querer que se cambie ni una coma a su presupuesto, en lo cual tiene razón, no se trata de que los diputados simplemente aprueben la propuesta presupuestal de la actual administración, pero tampoco de que los diputados sean inflexibles en sus posturas.
Hace algunos días señalamos que para desgracia de los nuevoleoneses la aprobación del presupuesto se ha partidizado, se ve como parte de la lucha electoral, más que como la representación de los servicios que debe ofrecerse a los ciudadanos, no se puede simplemente decir que no hay forma de negociar porque no me dan lo que yo pido.
Sabemos que una de las debilidades de la democracia representativa en la cual vivimos consiste precisamente en que los "representantes" asumen de forma patrimonialista la representación que el electorado les otorga y luego aseguran que votan en conciencia, es decir, de acuerdo a sus posturas personales, sin pararse a pensar que están en los puestos que alcanzan, no como personas, sino como representantes de un electorado que consideró que sus ofertas políticas coincidían con las suyas.
Lo peor es que los "representantes" de los ciudadanos parecen no entender que se deben a sus representados y luego se quejan de que estos los abandonen en las urnas y elijan a quienes les endulzan el oído asegurando que ellos sí los representarán de forma adecuada y acusan a los "populistas" de aprovechar la situación.
Sería conveniente que los "representantes" de los ciudadanos reflexionaran acerca de su papel en la democracia y cambien sus posturas, que entiendan que se deben a los ciudadanos y que conste que no nos referimos solo a los diputados, sino a todo aquel que haya sido electo para un cargo público.
Eso de que no hay para dónde hacerse es una postura que no puede ser aceptada por nosotros los ciudadanos que, con nuestros votos los llevamos ahí y ahora nos salen que ni pa´atrás, ni pa´delante. No es esa su encomienda.
« Raúl Guajardo Cantú »