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Opinión Editorial


Mundial Qatar 2022


Publicación:09-10-2022
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Deberían nuestras autoridades enviar una gran cantidad de elementos para vigilar el comportamiento de algunos “pseudo aficionados”

A casi un mes de comenzar la máxima competencia de Fútbol Mundial , una verdadera fiesta para quienes somos aficionados al deporte con mayor afición en el mundo, es importante hacer algunas reflexiones y anécdotas vividas durante los 7 mundiales que me tocó asistir, tres de ellos como miembro del Comité Organizador.

Se anuncia con gran alegria que viajarán 80,000 aficionados mexicanos a dicha competencia, no me sorprende porque aunque se diga lo contrario , Mexico está viviendo uno de los mejores momentos en el que se ven mexicanos paseando por todas partes del mundo.  Me sorprende que de Estados Unidos irán 125,000 aficionados y por experiencia, considero que más del 50% serán también mexicanos, lo que arrojaría que asistirán más de 150,000 compatriotas. Algo nunca visto en un Mundial. Esto generará una serie de inconvenientes que nuestras autoridades deberían estar preparadas ya que se viaja a un País con costumbres distintas , con ciertas restricciones para mujeres y hombres. Un País que apenas llega a los 3 millones de habitantes cuyas leyes son inflexibles y conociendo a los aficionados mexicanos, muchos no asistirán a los partidos pero estarán cerca y compartiendo la fiesta que es asistir a un Mundial.

Solo para ejemplificar; la afición mexicana ha sido protagonista de algunos hechos bochornosos que me tocó vivir en los Mundiales. En el Mundial de Francia 98, un aficionado mexicano, Rodrigo Rafael Ortega, se orinó en la Llama Eterna, encendida bajo el Arco del Triunfo en Paris, inaugurada el 11 de noviembre de 1920 para recordar a los caídos en la Primera Guerra Mundial, había permanecido encendida hasta la madrugada del 1 de julio de 1998, y los mexicanos celebraban con alcohol, la derrota contra Alemania que nos eliminó del Mundial . Por un acto de ignorantes no de aficionados, se apagó el fuego perpetuo que había permanecido encendido cerca de 75 años. Al día siguiente, desayunando con Emilio Azcárraga Jean en el Hotel Bristol, leyendo en la prensa lo ocurrido, aposté a que había sido un mexicano. Gane la apuesta. Para volver a encenderla , se organizó un acto de desagravio donde la Embajadora de Mexico Sandra Fuentes Berain, ofreció una disculpa pública.

En el Mundial Corea-Japón 2002, el freno de emergencia que se instala en cada vagón , nunca en su historia había sido accionado . Un mexicano, solo por curiosidad , jalo dicho freno deteniendo de inmediato el tren. Pero no solo ese tren, sino todo el sistema ferroviario del País, ya que todo se maneja con exactitud, provocando la alarma y la vergüenza de todos los que viajábamos .

En el Mundial de Alemania 2006, viendo la cantidad de aficionados mexicanos que llegaron al País y no teniendo capacidad de alojamiento ya que muchos pernoctaban en las plazas, el gobierno Aleman acondicionó un búnker de la Segunda Guerra Mundial , para que sirviera de dormitorio para los turistas. Evaristo Madero, originario de Chihuahua, -borracho para variar- se quedó dormido y nadie le avisó que tenía que salir del búnker. Al despertarse, se dio cuenta que estaba encerrado comenzó a gritar hasta que vinieron a rescatarlo.

En el Mundial de Sudáfrica 2010, a un mexicano se le ocurrió ponerle un sombrero de charro a la estatua de Nelson Mandela y terminó en la carcel. 

Durante el Mundial de Brasil 2014 (no fue penal), confundido entre la porra mexicana, fue capturado un delincuente buscado por la Interpol . Por último , Jorge Amores, hijo del Procurador de Chiapas, brincó por la borda del yate en que viajaba y su cuerpo nunca fue rescatado.

Cuento estas anécdotas, porque me asombra la cantidad nunca vista de aficionados que acudirán al Mundial de Qatar 2022. Deberían nuestras autoridades enviar una gran cantidad de elementos para vigilar el comportamiento de algunos “pseudo aficionados”, que aunque sean pocos, pudieran causar un problema serio y una mala imagen de nuestro País.



« Roberto Chapa Martínez »
Roberto Chapa Martínez


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