Para nadie es una sorpresa que apenas nos llueve unas horas en Nuevo León y se desata el caos generalizado por todos lados.

Y en ese sentido, no hay distingos de estratos sociales, porque los fenómenos naturales le pegan a todo mundo al parejo.

De ahí que se generalizan las fallas de la energía eléctrica, el transporte colectivo, las vialidades e inundaciones.

Es más, afloran los trabajos viales realizados con materiales de muy baja calidad, las obras con atraso y los daños en general.

Ya es normal que tras las promesas de cambio, la basura, los pluviales deficientes, inundaciones de casas o de coches se dan igual.

Lo sorprendente es, que todas esas broncas siguen siendo parte del rosario de promesas electorales cada tres o seis años.

Más tardó el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón en soltar el curricán, que familiares de los desaparecidos apersonarse para preguntar por las víctimas.

Y, es que ayer el ejecutivo estatal sin ahondar en detalles indicó el rescate de por lo menos 17 personas, perdidas en su trayecto de ida o vuelta Monterrey-Tamaulipas.

Así que ya podrá imaginarse la movilización que el dato generó por parte de quienes solicitaron más datos de los rescatados, pero a pesar de su exigencia, no hubo de piña.

Por lo que éste día no descarte más medidas de presión de quienes demanden los generales de quienes estaban reportados y que tenían días sin que se supiera de su paradero.

El que reapareció, al menos virtualmente fue nada más y nada menos que el ex candidato priista a la alcaldía de Monterrey, Paco Cienfuegos.

Que se ha mantenido muy atento de lo que se maneja al interior del poder legislativo en torno a temas que hace años se han venido madurando.

Pero que de ninguna manera es de interés perjudicar al próximo poder ejecutivo, a quien le reitera su interés porque le vaya bien, porque le irá bien a NL.

Que para los temas a tratar del Congreso existen 42 diputados, un cuerpo colegiado que tomará las mejores decisiones para el Estado y la comunidad.