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Opinión Editorial


Labiales que duelen


Publicación:06-05-2021
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Muchos labiales, shampoos, maquillajes y bloqueadores son testeados en animales antes de salir al mercado

A las mexicanas y mexicanos: Gracias a la campaña lanzada en 16 países por Humane Society International hace unos días, el Congreso de la Unión aprobó reformas a las leyes General de Salud y Federal de Sanidad Animal para prohibir la fabricación, importación y comercialización de productos cosméticos cuando en su formulación o en la de alguno de sus ingredientes se hayan realizado pruebas con animales, así como para establecer una pena de dos a siete años de prisión y, una multa que va de doscientas, a dos mil veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización, a quien contrate, autorice, conduzca, participe o desarrolle dichas pruebas, con lo que México se suma a la lista de 40 países que cuentan con legislación para combatir y erradicar estas prácticas.

Dichas reformas revisten singular importancia en el campo de la bioética; es decir, en el conjunto de valores, principios y reglas morales que regulan las relaciones y el comportamiento del ser humano con los animales, ya que nos conducen a un nuevo discernimiento de la eticidad sobre la vida humana y no humana, particularmente, si partimos del reconocimiento explícito de que los animales en tanto seres vivos y sintientes, tienen derechos, lo que nos exige imponer límites claros a la investigación científica, particularmente a la que está al servicio de los mercados que producen artículos suntuarios y banales como el de la industria cosmética.

Para ponerlo en perspectiva, a pesar de que existen otras alternativas para llevar a cabo estas pruebas, de acuerdo a Humane Society International, más de medio millón de animales a escala mundial sufren cada año debido a las pruebas que ciertos laboratorios realizan en ellos para la fabricación de cosméticos. Por su parte, según Ethics Forge alrededor de 1 millón de animales, principalmente gatos, perros y primates, son utilizados anualmente en Estados Unidos para fines comerciales. Finalmente, acorde a información proporcionada por Cruelty Free International, más de 192 millones de animales son utilizados cada año para distintos experimentos alrededor del mundo.

Muchos labiales, shampoos, maquillajes y bloqueadores son testeados en animales antes de salir al mercado, sometiéndolos a estudios repetidos de alimentación forzada para análisis toxicológicos y pruebas de dosis letales, ocasionándoles ceguera, inflamaciones, irritaciones, dolor, convulsiones e incluso la muerte.

Es preciso entender que los seres humanos no somos la medida de todas las cosas y tampoco somos dueños de todo lo que hay sobre la faz de la tierra. Ningún maquillaje vale la vida y el sufrimiento de un animal; tenemos que poner fin a ese proceso deshumanizador en donde todo se cosifica por dinero o placer.

Es mucho lo que nos queda por hacer en el campo científico para cumplir con una de las normatividades internacionales más sensatas, sensibles, y éticas: la Proclamación de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, aprobada por la ONU y UNESCO, que en su artículo tercero, establece que "ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles y en caso de ser necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia".

La complacencia e indiferencia ante el sufrimiento de otras especies, es un reflejo claro de lo que somos ahora mismo y un presagio de lo que podemos llegar a ser si no tomamos medidas urgentes y definitivas. Es momento de repensar nuestros valores, porque en éstos no sólo va la vida de los animales sino la de nosotros mismos.

Twitter: @LaraPaola1



« Paola Félix Díaz »