La semana del 31 de enero al 6 de febrero ha sido desgastante para nuestro país. No sólo se nos ha complicado la economía; asistimos a un parlamento abierto sobre la reforma energética que influye claramente en una pérdida de confianza; las agresiones a la libertad de expresión contra quienes han denunciado el caso más preocupante de corrupción desde el poder; la Ivermectina recetada a más de 50 mil ciudadanos de la CDMX.

La Suprema Corte ha sido una de las más importantes protagonistas de la semana, particularmente por su penosa actuación con el tema de la Revocación de Mandato. Trato de explicar:

1. La oposición interpuso una Acción de Inconstitucionalidad porque la pregunta estaba mal redactada y los legisladores oficialistas habían decidido redactarla con la palabra "ratificación" en lugar de revocación. La sesión fue citada para el 31 de enero.

2. El ministro Pardo presentó un proyecto en el que declaraba inconstitucional la pregunta para la boleta porque se refería a la "ratificación" y no a la "revocación".

3. Cada ministro expuso su posición. Los tres primeros votaron a favor del proyecto; después vino un voto en contra y siguió el cuarto voto a favor de la inconstitucionalidad. El presidente de la Corte no quiso seguir la sesión y, sorpresivamente, decretó un receso "para verificar el tema de un aparente humo que estamos visualizando" y, por lo tanto, dijo, "decretamos una breve pausa".

4. No sé qué entiendan por "breve" o por "pausa", pero la sesión se reanudó hasta el día siguiente y el martes 1 de febrero declararon constitucional lo que a todas luces no lo era.

La semana no terminó ahí. Estuvo también presente una de las denuncias más fuertes al régimen, el mayor escándalo; y, en este tema, es importante que aprendamos a valorar la valentía con la que se han comportado quienes llevan a cabo el periodismo de investigación.

A este esfuerzo se unió el PAN a través de un posicionamiento expresado de manera fuerte y clara por la diputada Cecilia Patrón Laveada y la denuncia presentada para tales efectos por la dirigencia de ese partido y los coordinadores parlamentarios ante la Fiscalía General de la República. Ningún otro partido de oposición ha reclamado ni respaldado la solicitud de investigación; otra vez se "escucha" ese silencio cómplice que pone jabón al "tobogán" del deterioro por el que resbala nuestro México.