Apenas han transcurrido dos semanas de campaña electoral de los candidatos a la gubernatura por los diferentes partidos, algunos de los cuales sellaron un pacto por una contienda limpia, entre ellos Clara Luz Flores, cuando en el municipio de Escobedo el miércoles en la colonia Privadas de Camino Real, en un mercado rodante se suscitó un pelito de tamaño cavernícola, porque los oferentes no dejan pasar a las personas que están en contra de Clara Luz, que ha obligado a los pequeños comerciantes y de tienditas a que pongan sus lonas publicitarias si no les clausuran el negocio. 

      Lo reportan los mismos vecinos, según videos: “Clara Luz nos está obligando a que votemos por ella porque ni no nos aplica multas o cierra los negocios o ya no nos permite vender en la calle”.  

En efecto, mientras la candidata a la alcaldía por la coalición PRD-PRI, Margarita Martínez, realizaba un acto de campaña visitando vecinos, las huestes salvajes de Abel Guerra agredieron a la comitiva de la candidata, según registraron las redes sociales. Por lo inesperado, no acudieron los medios de comunicación a informar sobre la gresca, creo yo.   

El saldo fueron varios lesionados, unos con fractura de mano, otros con golpes en la cabeza. Los agresores portaban llaves estilson, palos, macanas y objetos punzocortantes. Algunos de ellos, que fueron videograbados, han participado en actos similares en anteriores ocasiones. Por eso se confirma que están bajo el mando de Abel Guerra, el poder tras la careta Clara Luz Flores. 

Hace años, cuando Pedro Pablo Treviño tomó posesión como líder estatal del PRI se suscitó una gresca semejante. Esos pandilleros al servicio de Abel Guerra se enfrentaron a golpes contra miembros de la CTM. Cuando la dirigente de Unete Pueblo denunció el mal servicio que prestan algunas rutas de transporte urbano en Escobedo, que se dice son de Clara Luz Flores y de Abel Guerra a través de prestanombres, uno de ellos, que es síndico del Ayuntamiento, agredió físicamente a la activista. El hecho quedó consignado en el periódico El Sol.  

Ese es el verdadero lenguaje del equipo que pretende arrebatar la gubernatura por el partido Morena, que sin duda alguna ha perdido sus principios y su misión de transformar el país. La violencia es el lenguaje. La violencia nos remite a la época antediluviana. La violencia está peleada con la razón, con la inteligencia. Ese equipo, que con ostentación así se hace llamar, quiere el poder por la fuerza.    

Por lo tanto se valdrán de todo con tal de conseguir sus objetivos, de las prácticas más nauseabundas de la política como el robo de urnas, la compra de votos, medrar con el hambre de la gente, corromper a autoridades electorales y jueces de los tribunales electorales, de golpear a la gente crítica o inconforme. Con ese equipo es imposible hablar de ética y moral. No la tienen.

Y si eso hace ahorita el llamado equipo Nuevo León, con la dupla Guerra-Flores, qué no hará si es que acaso llegan a obtener la gubernatura del estado. La represión a todo lo que da. El silencio obligado para los disidentes, para los críticos, para los intelectuales, para los activistas, para los militantes de otros partidos. En suma: todo lo que nada tiene que ver con  la Cuarta Transformación del país, una nueva cultura política y el partido Morena.