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Opinión Editorial


La cultura de Colosio


Publicación:18-06-2021
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La cultura es lo más importante de la administración pública y es a la que menos destinan presupuesto

Una paradoja siriquisiaca recorre las entidades gubernamentales (estado, federación y municipios): la cultura es lo más importante de la administración pública y es a la que menos destinan presupuesto. Grave error: está comprobado que la cultura es la única forma de acabar con la violencia, con la inseguridad y con la corrupción. Un político culto o que le atraiga la cultura, hará una administración fructífera, histórica.

Cultura no es sólo las bellas artes, los eventos, los espectáculos. Cultura es lo que hace, lo que piensa y lo que siente el ciudadano regiomontano. Sí, hay cultura. El futbol es una cultura, la carne asada, el trabajo es una cultura. Los regiomontanos son trabajadores porque han crecido dentro de la cultura del trabajo. Sería lo mismo si los regiomontanos crecen dentro de la cultura de los libros, de la solidaridad, de la amabilidad. Eso hay que sembrarlo.

Luis Donaldo Colosio Riojas es el alcalde electo de Monterrey por el partido Movimiento Ciudadano. Su triunfo es resurrección. Tiene ante sí el enorme reto de hacer de la cultura y las artes su principal eje de acción. Eso y la atención a las familias damnificadas históricamente por los viejos regímenes políticos. Al contrario de lo que se cree, Monterrey no es rico. Es pobre. Pocos son los ricos. Colosio, al estilo de Raúl Rangel Frías, puede convertir a Monterey en la Atenas del norte. Sí, los baches, sí, los pasos a desnivel, sí, las calles por pavimentar. A eso se destina la mayor parte del presupuesto, pero, oh cielos, es para beneficiar a quienes tienen automóvil. La mayoría de los regios andan a pie o en camión. Y la cultura es para beneficiar a todos.      

       En las colonias regias hay festejos, conmemoraciones, fiestas por algún motivo. Y eso hay que apoyarlo. Esa es la cultura que hay que fortalecer. Hay creatividad artesanal en muchas personas. Hay que alentarla. La artesanía es productiva. Pesa la idea de que los artistas son flojos, jipis, que los intelectuales son huevones: Alfonso Reyes era un intelectual, un artista. Y hasta varias avenidas y colonias tiene. 

      Los artistas hacen su obra con su propio esfuerzo puesto que no hay una entidad pública (Conarte ni pa cuando) que los apoye. Así han surgido espacios autogestionarios donde florecen diversas manifestaciones de arte. Con un programa económico sustentable, en base a créditos que se puedan pagar en especie, Monterrey se convertirá a nivel nacional (e incluso internacional) en un referente cultural, no nada más en el sitio del cabrito y la carne asada.       

      Tenemos un Museo Metropolitano de Monterey que más bien parece catacumba. Nunca se le dio presupuesto. Uno que otro evento restringido por la pandemia. Pero no la historia de Monterrey, la historia del esfuerzo y el trabajo. Entonces un museo interactivo. Vivo. Donde la gente se sienta en la casa de sus antepasados. El Museo de la Batalla de Monterrey, enchalecado a los vecinos de La Finca, no se ha terminado a pesar de contar con una partida federal de 20 millones de pesos.   

      No hay una feria del libro de Monterrey. No existe la Pinacoteca de Monterrey. Las 29 bibliotecas públicas están abandonadas. No hay un solo libro publicado, más que los de Leopoldo Espinosa Benavides, cronista de la ciudad. 

Sí, Luis Donadlo Colosio Riojas, alcalde electo, tiene mucho por cultivar. Cultura viene de cultivo. 



« Arnulfo Vigil »