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Opinión Editorial


Hurto famélico


Publicación:16-06-2022
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Robo famélico o hurto famélico es el acto de tomar sin derecho y sin consentimiento un artículo de primera necesidad, esto sin emplear el uso de violencia

Robo famélico o hurto famélico es el acto de tomar sin derecho y sin consentimiento un artículo de primera necesidad, esto sin emplear el uso de violencia. Además el individuo se apodera solamente de aquello estrictamente indispensable para satisfacer la necesidad del momento, ya sea del individuo o de la familia.

Muchas personas, en mayor parte mujeres han realizado este tipo de hurto, lo cual es de lo más triste del mundo. También hombres lo hacen.

Se acaba de dar a conocer que en una zona de Monterrey vecinos se organizaron para tomar de forma directa agua como lo describí al principio fue sin hacer uso de violencia, en este contexto de escasez y de necesidad de satisfacer lo más básico considero que las acciones del gobierno estatal no deberían ser criminalizar a quienes no tienen lo básico para vivir. Se observó como los vecinos iban armados con pequeñas tinas, no se trató de un hurto a gran escala como lo que realizan las grandes empresas, ni tampoco podría ese saqueo ocasionar mayor daño a las finanzas de Agua y Drenaje que la ocasionada por los mismos municipios y el estado que no pagan su servicio de agua.

Considero que es importante analizar el contexto y emprender acciones para que ninguna persona tenga que robar lo más básico para sobrevivir.

Un programa, me parece que es el más atinado del gobierno actual es el de Hambre Cero y es un buen proyecto que intenta llevar alimentos a todas las personas para que las brechas económicas no impacten más la salud y bienestar de la población menos favorecida de Nuevo León

Valdría la pena implementar un proyecto que espejee las acciones de Hambre cero, llamado quizás Sed cero o el nombre que se les ocurra. Quizás tener un poco de humildad y pedir apoyo a otros estados de la República, apoyos económicos de industrias y asociaciones civiles, aceptando que todos los estados requieren apoyo en algún momento.

Aunque en ocasiones los norteños tienen un orgullo que les impide solicitar apoyo, creo que es momento de dejar de lado el orgullo y pedir apoyo para las personas menos favorecidas. Quizás con el compromiso de apoyar cuando la situación se dificulte en el resto de los estados y nos sea posible apoyar.

Este nuevo programa por supuesto debería ayudar primero a quienes realizan este tipo de hurtos famelicos, y no favorecer a las personas más acomodadas. Porque hay quienes puedan pagar sus propias pipas y por el contrario quienes deben ponerse en riesgo para obtener de forma ilegal lo más indispensable.

Nuevo León es un ejemplo de las brechas de desigualdad más 



« Jessica Martínez Martínez »