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Opinión Editorial


Guerra en Ucrania: impactos en la periferia de Europa


Publicación:20-03-2022
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Estas son apenas unas señales. Habrá muchas más

El 6 de marzo, mientras la guerra en Ucrania seguía ardiendo, la aviación israelí bombardeaba Siria. Marzo 12, la guerra en Ucrania continúa. Irán lanza misiles contra lo que dijo eran "centros estratégicos israelíes" en Irak. Marzo 14, la marina rusa realiza ejercicios cerca de las islas Kuril que Japón reclama como propias y lanza misiles contra una de ellas. Marzo 15, fuerzas navales y terrestres de EU realizan ejercicios en el Mar Amarillo y en Corea del Sur. Marzo16, Corea del Norte lanza una prueba con un misil balístico intercontinental. Esta serie de eventos no se encuentra desconectada de lo que ocurre en Ucrania.

Es decir, dado el nivel de atención, de recursos, de horas del día, que tantos actores están destinando al asunto ucraniano, en otras partes del mundo se produce la percepción de que hay un alto nivel de distracción y, debido a ello, se está desatendiendo otro tipo de temas y conflictos preexistentes. Paralelamente, algunos actores deciden enviar un mensaje en el sentido inverso, intentando mostrar que su atención, determinación y capacidad no tienen límites.

Por ejemplo, Rusia libra una guerra en Europa, pero sus intereses en Asía, en las cercanías con Japón, siguen tan vigentes hoy como antes. Así, como superpotencia, pretende comunicar que cuenta con las suficientes capacidades de perseguir esos intereses a pesar de su invasión a Ucrania. De manera paralela, Pyongyang ha estado escalando sus ensayos con misiles desde hace meses. Hoy pareciera desear expresar que la situación en la península coreana permanece irresuelta. Aunque haya una guerra mayor en otro continente.

Pero al mismo tiempo, Estados Unidos busca reafirmar su compromiso con sus aliados asiáticos y a la vez, enviar un mensaje a sus distintos rivales como Rusia, China o Pyongyang, mostrando que sus nuevos despliegues en Europa no afectarán en modo alguno su capacidad para defender sus metas en ese continente.

De igual forma, Israel está intentando comunicar que su estrategia de seguridad permanece intacta, que sus bombardeos en Siria (y su guerra de "baja intensidad") para seguir desgastando a Teherán continúan con determinación, y que sus relaciones con el Kremlin gozan de buena salud. A la inversa, Irán está también queriendo mostrar que tiene la determinación y la capacidad para resistir y defenderse ante esa guerra de baja intensidad, y ya sea de manera directa o a través de sus milicias aliadas, golpear los intereses israelíes o los de EU.

De manera interesante, vemos también cómo se ha calentado la competencia por espacios de influencia tales como Venezuela, Arabia Saudita o Egipto en donde la situación de derechos humanos ahora parece importar menos a causa de los intereses que se han producido.

Es decir, el nuevo entorno geopolítico va a tener enormes repercusiones no solo en Europa, sino también fuera del continente europeo. Podríamos prever que (a) se incrementará la competencia por zonas de influencia y presencia militar, (b) se incrementarán las zonas de choque y los despliegues de fuerza no solo Moscú-Washington, sino también EU-China y otros polos de poder regional, (c) en este esquema, los vacíos que Estados Unidos ha ido dejando —como Afganistán— serán fundamentales áreas de competencia y choque por parte de los poderes locales, regionales y otros rivales de Washington, (d) asimismo, la forma como Rusia se está desempeñando en Ucrania será percibida positiva o negativamente por parte de actores que actuarán en consecuencia en sus distintas esferas de acción. De ahí la importancia para el Kremlin de conservar su imagen de fuerza y determinación, al costo que sea.

Estas son apenas unas señales. Habrá muchas más.

Twitter: @maurimm



« Mauricio Meschoulam »