Opinión Editorial
Gobierno irracional
Publicación:25-02-2021
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AMLO está resentido con las estructuras de poder del pasado, un enojo inexplicable que no ha podido superar
El gobierno de AMLO es sumamente irracional. Sus decisiones no parecen estar sustentadas en información objetiva y fiable que responda, de acuerdo con un plan integral e interdisciplinario, al bienestar y desarrollo de México. Al contrario, desatiende la crítica, descalifica voces y de manera particular le molestan las opiniones que no apoyan sus proyectos. El presidente se siente dueño de la verdad y de la nación; disfruta generar incomodidades entre ciudadanos y enojar a los grupos de interés. Si fueran irritaciones para el debate, sería constructivo, pero no es así, sus declaraciones y conductas son autoritarias.
AMLO está resentido con las estructuras de poder del pasado, un enojo inexplicable que no ha podido superar. La constante referencia despectiva y condenatoria principalmente hacia expresidentes, cuando que con ellos convivió e hizo carrera política, proyecta afán de venganza. Si fuera racional, vería el pasado como aprendizaje para construir el futuro y se olvidaría de buscar justificantes de “otros intereses políticos” a su mala gestión.
Es preocupante la forma de gobernar y la polarización que genera en la población. Así como hay gente que es amlovers y se refieren a él como “mi caudillo”, hay quienes expresan su odio, sí odio, hacia él. Caen en su misma irracionalidad y anticipan situaciones peores para México. Esto es muy peligroso para la estabilidad social y progreso económico del país.
Y es que la 4t sigue sin convencer; faltan resultados. Las grandes banderas de perseguir la corrupción, acabar con la violencia, crecer la economía, y el “ya domamos la pandemia” no han sido ciertas; tampoco sus proyectos emblemáticos cuentan con la aprobación ciudadana y ahora con el informe de irregularidades en su primer año de gobierno por parte de la Auditoría Superior de la Federación lo dejan ver muy mal. El AMLO EMOCIONAL se aferra a decisiones que no tienen sustento lógico ni técnico y peor aún, sin dimensionar sus consecuencias. Luce como patológicamente mentiroso para ocultar su fracaso.
AMLO ha generado el ambiente irracional que predomina en su gobierno y lamentablemente esto trasciende a la sociedad. La falta de transparencia con sus otros datos y la protección de sus amigos incómodos hacen mucho daño a México. El nivel de confiabilidad hacia él y las instituciones del gobierno de la 4t va en picada.
Dos casos.
Primero. Las causas del reciente y magno apagón en el norte del país por el frente invernal son una mezcla de razones del pasado, pero también del presente. Nuestros políticos actuales no corrigieron, por falta de visión o competencia profesional, los argumentos económicos, técnicos y legales que nos hicieron tener una alta dependencia de Estados Unidos en gas. Insistir irracionalmente en la defensa de PEMEX y la CFE como organismos “que van muy bien” así como presumir que su tiempo de reacción al corte de luz “fue muy bueno” no hace más que generar más sospechas “de lo que no se comunica”; finalmente no hubo claridad en las explicaciones ni en las formas de reparación del daño en nuestro País. Extrapolando al ambiente empresarial, Barlett ya hubiera sido despedido por ineficiente y tramposo.
Segundo. El “ya chole” confirma la minimización que AMLO le da a la violencia de género; está harto de la presión social en el tema del feminismo. No quiere expresarse en contra de Félix Salgado Macedonio, acusado de violación y acoso sexual y ahora candidato por Morena para la Gubernatura de Guerrero. Se excusa, como siempre, en los intereses políticos que hay detrás de las exigencias de las activistas que critican la postulación de Salgado. Al evitar dar su posición de rechazo y decir “ya chole” refleja además del hartazgo, el apoyo a su compadre guerrerense, a quien no lo quiere fuera de la política mexicana. Su respuesta fue indignante pero no sorpresiva, desacredita la información que no le gusta y los temas que no le interesan. Seguramente hay muchos violadores en el poder, pero no podemos permitir a uno más que explícitamente es declarado como tal, y peor aún, que el gobierno avale su candidatura.
Señor presidente: “ya chole” con su manera de gobernar y dirigirse a la nación; así mismo con sus explicaciones ante la falta de vacunas, la inseguridad, la falta de apoyos para la economía y el empleo, y con responsabilizar al pasado de sus decisiones irracionales.
Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com
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