Hasta ahorita dicen los que dicen que saben, que el presupuesto estatal del 2026 no corre ningún riesgo.

Lo cuál hasta en cierta forma, nadie en su sano juicio hasta donde se sabe estaría dispuesto a frenarlo.

Que si a caso el gobernador de NL, Samuel García Sepúlveda desairó a los diputados no es para tanto.

Que para eso existen mecanismos para hacer llegar la entrega al Poder Legislativo, tal y como sucedió.

Sin embargo, también hay que decirlo, una fracción del Poder legislativo sacó las uñas ante el plantón.

Tan es así que hubo quienes aseguraron que esa ausencia, polarizó las buenas migas entre las partes.

Y, que esa ''ofensa'' habrá de cobrarse para cuando llegue al Congreso el presupuesto estatal.

Asì que ojo, porque se trata de una cuestión que podría dejar mal parado a más de dos, como ya sucedió.

Por lo que meterle freno de mano, no es nada recomendable, por lo que habrá que cruzar apuestas.

Por cierto y ya que andamos por el rumbo del Congreso local, qué habrán querido decir algunos diputados, al expresar algunas verdades a medias.

Especialmente cuando señalaron que debido a ciertas bancas, no se podría enjuiciar al gobernador de Nuevo León por las razones que guste y mande.

Que quieran o no, la defensa de quienes se oponen a tomar dicha medida, mantiene divididos a los legisladores, que ya tienen sus preferencias.

Y, que en el caso muy particular de quienes empujan la propuesta de ''quemarlo en leña verde'' simple y sencillamente no alcanza para hacerle ni cosquillas.

Pero como el jaloneo amaga con tomar fuerza conforme avance el tiempo, habrá que ver si se mantienen los amarres o se encuentran algunas conveniencias.

No es por amarrar navajas, pero a pesar de algunas protestas contra la construcción del nuevo hospital infantil, ya se detectaron algunos alborotadores.

Tan es así, que en sus acciones, los quejosos que se han hecho notar, haciendo màs ruido que las nueces, siguen siendo alborotados por quienes no viven ahí.

Que pseudo activistas buscan llevar agua a su molino, por lo que ya hay quienes piden desmarcarse.

Sobre todo, cuando ya les sacaron los trapitos al sol, pero esa es ya otra historia.

Que representantes de la industria restaurantera amaga con agitar las aguas, para denunciar presuntas presiones de autoridades para que se pongan la del Puebla.

Que el dato ya los trae más que irritados y en algunos casos, hasta con posibilidades de cerrar sus negocios, por lo que vale parar oreja, para ver cómo está el chal.

Cuentan alumnos de la Facultad de Leyes que apareció la mano negra de un ex director de la misma, que pretende sacarse la espina que le clavó el electorado de esa escuela y pretende alborotar al alumnado para revolver el río. 

Sin embargo a pesar de los amagos, la escuela se encuentra en paz, alumnos y maestros en sus respectivas aulas, el programa académico y las actividades sociales y culturales continúan con pie firme. 

Solo unos cuantos  muchachos que se dicen priistas, andan meciendo la cuna.