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Opinión Editorial


El índice de felicidad para México


Publicación:22-03-2021
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El índice global de felicidad se publica anualmente, es elaborado por la Organización de Naciones Unidas.

El índice global de felicidad se publica anualmente, es elaborado por la Organización de Naciones Unidas  y pretende medir el bienestar subjetivo de los ciudadanos radicados en 157 países, tomando cuenta los siguientes factores: Producto Interno Bruto, expectativa de vida sana, relaciones sociales, libertad, generosidad y ausencia de corrupción. La mala noticia para México es que del resultado del 2019 al del 2020, registró una estrepitosa caída de 23 puntos, al pasar del lugar 23 al número 46 en la lista

Existe evidencia científica que demuestra el vínculo estrecho entre la felicidad y la salud,  es por ello que cada vez existe mayor interés por estudiar la auténtica felicidad: en qué consiste, quéfactores la determinan, cómo se puede fortalecer; todo ello incide positivamente en la calidad de vida y en el desarrollo humano dela población.

El Reporte mundial de Felicidad 2021 es un indicador de que algo muy negativo ocurrió en la percepción de los mexican@s respeto al sentido subjetivo de bienestar, registro que refleja el sufrimiento emocional y el malestar socialderivado de las condiciones adversas que enfrentamos durante el 2020.

Con más de 200,000 muertes debido al Covid-19 durante el 2020, con una caída en el empleo y una crisis económica con una caída del PIB de 8.5%, podría ser suficiente para explicar el fenómeno; pero además, tenemos una grave y crónica crisis de inseguridad, donde pierden la vida un centenar de mexican@s cada mes, esto de manera sostenida a lo largo de los últimos dos años, los feminicidios no disminuyen; además, existe un sistema de salud en crisis, falta de medicamentos para poblaciones con enfermedades crónica degenerativas, la desaparición de apoyos para las madres de familia con guarderías  y también la erradicación de casas de refugiopara mujeres víctimas de violencia entre otros temas más,  que han formado una apreciación de que el gobierno no hace todo lo que debe para proteger a la población, generando con ello una percepción de orfandad, de vulnerabilidad e incertidumbre  ante las situaciones críticas emergentes que hemos visto durante este 2020.

Es importante señalar que el pueblo mexicano es menos feliz que el pueblo norteamericano y el brasileño, ambos países han tenido mayores muertes que el mexicano, el nuestro se encuentra en tercer lugar en mortalidad, sin embargo,  la población  norteamericana y brasileña se muestra menos afectada en el Índice de felicidad. Esto quiere decir que además del Covid-19, el factor económico ha sido muy relevante. Ambos países ya mencionados, han brindado más apoyos económicos a sus ciudadanos, en el caso México,  el gobierno se ha negado a ofrecer estímulos económicos y fiscales  a los trabajadores y a las empresas para hacer frente a la crisis económica.

Hay que recordar en esta misma línea de pensamiento crítico que Bloomberg dio a conocer recientemente que en el Ranking de Resiliencia Covid, México se encuentra en el peor país para vivir durante la pandemia, con el índice más alto de letalidad de 7.5%;  para contextualizar lo anterior, pensamos que también influye en este escenario anímico nacional,  el liderazgo político de la 4T; observamos un mecanismo escisivo, donde se pretende evaluar y tratar  a los demás como enemigos o como amigos, como seguidor o como adversario, sin medias tintas, sin claro-oscuros, solamente dos tonalidades: blanco o negro. Como no recordar aquella lamentable expresión de profundo calado paranoide del presidente mexicano: "Nada de medias tintas, que cada quien se ubique en el lugar que corresponde. O se está por la transformación o se está en contra la transformación del país”, una maníaescisiva que ha crispado, como señala  recientemente, Francesco Maneto, en su artículo del diario El País, a la nación mexicana. Esta tendencia a polarizar, a generar discordia al interior de los mexican@s, no es la mejorestrategia de liderazgo para lograr una cohesión y un clima de unidad,confianza y certidumbre  para el pueblo mexicano. La atmósferasubjetiva que el presidente alimentadiariamente con su discurso y sus actitudes, es la de una sociedad dividida y en lucha permanente en su interior. A los políticos se les contrata, en el sentido electoral, para que resuelvanproblemas sociales, sin embargo, no es positivo deteriorar un posible  clima de confianza y estabilidad, ybuscar la discordia y el encono de los gobernados, eso cobra factura a la larga, porque la división  y los rencores solo producen una espiral de odio ascendente. Los políticos deben ser eficientes y resolver los problemas sociales apegados a las leyes emanadas de la constitución, son autoridad legítima y deberán proporcionar paz, tranquilidad, prosperidad, estabilidad y felicidad a su pueblo. El conflicto social  es propio de todas las sociedades, pero no se debe lucrar electoralmente con su auspicio desmedido.

Dejemos que la historia se encargue de juzgar a la 4T en su papel con respecto a la pandemia y otros temas socialmente delicados, volviendo al aquí y ahora, le preguntaría a usted amable lector: “En general, dirías que eres: (1) Muy feliz, (2) Bastante feliz, (3) No muy feliz, (4) Nada feliz.

Ya con la respuesta en mente, hay que reflexionar sobre los factores que nos hacen felices y en qué medida: (a) Mayor felicidad, (b) Algo de felicidad, (c) No me da o no puede darme felicidad, (d) No se aplica a mí.   ¿Cuáles serían estos factores para analizar?  (1) Mi salud/ Mi bienestar físico, (2) Mi relación con mi pareja/ cónyuge, (3) Mis hijos, (4) Mi vida tiene sentido, (5) Mis condiciones de vida (agua, comida, refugio), (6) Mi seguridad y protección personal, (7) Tener un trabajo o empleo significativo, (8) Tener más dinero, (9) Mi situación financiera personal, (10)  El bienestar de mi país… entre muchos otros factoresidentificados.

Dos últimos temas a tratar, el primero es que la felicidad posee una determinación social muy relevante, lo comprueba el hecho de que los estudios no identifican diferencias entre la población inmigrante y la población nativa de los países encuestados.  El segundo punto a tratar, sería considerando su nivel de felicidad y su sentido de arraigo a su tierra, para cerrar con la siguiente pregunta: ¿Estaría usted dispuest@ a emigrar a Finlandia, el país más feliz del mundo o, si se le hace muy lejos, de perdido a  Canadá, el país con mayor felicidad en el continente americano, pero si se le hace muy frío, también podría  elegir Costa Rica, el país más feliz de Latinoamérica?




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Arturo Delgado Moya

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