Desde que a Robert Malthus  (1766-1834)  Godwin se lo indujera a asumir su autoría sobre la teoría de población,  por la que el economista inglés abordó la teoría de la crisis, confirmada cada vez más por  los cálculos de las estadísticas y la historia, decía Malthus que la población  experimenta una tendencia  a crecer en progresión geoemétrica, en tanto que la producción de los alimentos  sólo aumenta en proporción aritmética. De hecho se tiene por cierto  que el aumento de la población se suplica en un periodo de 25 años  siguiendo aquella progresión geométrica, mientras que las subsistencias siguen su crecimiento en proporción aritmético, de tal manera  que el crecimiento de la población continua su tendencia a sobrepasar los medios de subsistencia, sin dejar de advertir el uso de distintos medios convencionales  para mitigar el fenómeno, entre los cuales se encuentran los obstáculos represivos que comprenden a la miseria  y los males que ésta conlleva, en este sentido disminuyen la población ; la insalubridad de algunos pueblos, la falta de higiene, el desarreglo de las leyes económicas, la falta de cosechas, las crisis industriales, el desempleo estructural, las epidemias, las guerras. 

     Desde otra perspectiva, también se instrumentan obstáculos convencionales preventivos que consisten  en aquellos medios de previsión con los que se impulsa y se persuade  a reducir el número de nacimientos, a desincentivar los que  proceden del vicio  como la disipación o la corrupción de las costumbres , la promiscuidad de los sexos, la prostitución, la poligamia, el temor al embarazo y al parto y la ambición de los ricos en quénes pesa como limitante el institnto de defensa de clase social, pues a menos hijos menos divisiones de fortuna por transmitir en herencias.

     A la distancia del tiempo, escribe Fred Hapgood que: “Tal vez los agentes infecciosos  que hacen de cada organismo sobre la tierra una presa ayuden a resolver los misterios  de la evolución y de la vida misma. (…) Los virus , las formas de vida más simples tienen una mala reputación  como agentes de enfermedades humanas  aun incurables. Ellos son los únicos organismos sobre la tierra, además de nosotros mismos, que representan una serie amenaza a nuestra supervivencia. La mayoría de los hombres comunes se alegrarían  de ver eliminados a los virus de este planeta, aunque los biólogos moleculares corren en su defensa. . Piensan que los virus  son instrumento esencial  para comprender el funcionamiento de las células. Existe la hipótesis de que tal vez los virus forman parte de una red de comunicaciones  mundial, que permite a las células  en cualquier parte participar en una extensa discusión  sobre lo que deben hacer. Incluso es probable que los virus hayan desempeñado  un papel clave en la evolución de la vida . Si los virus no fueran más que microorganismos indeseables, dice un biólogo molecular, esperaríamos que las células  se empeñaran en desarrollar resistencia a ellos. Lo hacen de varias formas, pero también parecen terriblemente complacientes con otras” (Fred Hapgood. En Defensa de los Virus. Facetas. 3-1988, p. 24. EE.UU).

     El fenómeno de la investigación científica y la epidemia del Covid-19 tienen varias aristas, en éste no puede dejarse pasar la cuestión  de la irresponsabilidad que supone la incubación de este virus y el examen de su comportamiento dentro de los laboratorios, aunque en un principio, Donald Trump no omitió señalar que el desencadenamiento de la enfermedad se mantuvo incubado originalmente en China, sin que se hubiese insistido en el carácter privado de los laboratorios que trabajaron con él: y en mucho menor escala también ha tenido implicaciones internas en México, por ejemplo aquí, las fuerzas políticas de la oposición al gobierno  responsabilizan a al subsecretario de Salud Hugo López Gattel de negligencia, cuando en realidad la dimensión de la epidemia supera en mucho las consecuencias de la crisis sanitaria, que incluso respondió con acierto pero que no da cuenta de las circunstancias de sus consecuencias y sus efectos  mantienen al país con efectos dañinos por debajo  de Estados Unidos y de otros países del primer mundo.  Lo que describe el bajo nivel de la discusión ideológica que tienen en México las decisiones asumidas por la Secretaría de Salud Pública, el gobierno y el monopolio de la crítica.

     Y un último aspecto de esta pandemia, será el relativo a los costos gubernamentales que ha tenido en México el descuido y la negligencia con que se mantuvo la incubación de estos virus causantes de esta epidemia que paralizaron  al país. Por lo pronto hemos recibido ayuda para atender en clínicas y hospitales el volumen de los contagiados y por separado, la gestión adicional de México para negociar  la producción de vacunas para combatir el virus, cuyo comportamiento no se conocía más que en su estado de latiencia  dentro de las probetas en laboratorios.