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Opinión Editorial


El costo de la vida


Publicación:15-08-2022
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Dos de los temas más sensibles de un pueblo frente a su autoridad son la economía y la seguridad.

Dos de los temas más sensibles de un pueblo frente a su autoridad son la economía y la seguridad. En esos dos temas el nuestro no puede más con la ineptitud e ineficacia del gobierno de Morena. Esos dos temas llenan las conversaciones en redes de las y los mexicanos.

Como suele suceder en esos casos, en abril ya se anunciaba el aumento del costo de la vida por la inflación que crecía, pero son estos últimos meses en los que hemos caído en la cuenta de que, en efecto, en México sale carísimo vivir. El aumento acumulado de precios desde 2019 rebasa en alimentos sensibles al 20%, en algunos casos más. "México caro" es el título que da la revista Expansión a su número de agosto. Llevamos veinte meses de aumento en la inflación y nada se ha hecho ni dicho al respecto que no sea culpar a los otros.

A manera de ejemplo les presento los cambios de precios desde que inició el sexenio en alimentos de la vida diaria: la cebolla que costaba 24.09 pesos en 2018 hoy cuesta 39.64 pesos; el chile serrano que en 2018 costaba 25.37 hoy cuesta 35.58 pesos, el jitomate que costaba 17.21 al inicio de sexenio hoy cuesta 24 pesos y la papa que costaba 33.20 ahora cuesta 43.69 pesos. De ese tamaño es el aumento del costo de la vida en nuestro México.

Hace unos días visité los mercados de Reforma Social y Escandón, los locatarios platican claramente de cómo la subida de precios no les ha permitido obtener mayores ingresos, explicaban que los alimentos han subido más del 15% y, en algunos casos, hasta el 70% y cómo no les es posible bajar los precios.

La economía está frenada, la vida de las familias mexicanas se ha complicado todavía más porque, además de haberles reducidos servicios públicos como el de la salud y la educación, ahora tienen que enfrentar el alza de precios generalizada que golpea la vida de todos. Por eso la preocupación en los rostros y las caras de quienes llegan a las cajas de los supermercados y la angustia a la hora de pagar al marchante o al locatario del mercado.

De ahí la importancia de regresar al seguro popular, a las medidas contracíclicas, a las estancias infantiles, a la inversión pública y a las políticas que faciliten la inversión privada.

Esta alza de los precios llega en momentos críticos de ingobernabilidad y de inseguridad, de las que hablaremos la próxima semana.




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