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Opinión Editorial


Dr. Miguel Ángel Garza Ibarra, in memoriam


Publicación:26-09-2023
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El domingo 24 de septiembre Miguel Ángel partió con el orgullo de un combatiente inquebrantable y nos dejó una gran tarea... seguir su ejemplo

La lucha por el derecho a la salud es una causa histórica del movimiento urbano popular Tierra y Libertad desde hace más de 50 años y seguirá hasta que se garantice el acceso universal a los servicios médicos.

El Frente Popular ´Tierra y Libertad´ (FPTyL) y el Partido del Trabajo (PT) -las organizaciones del movimiento popular-, impulsaron la atención a través de dispensarios médicos, de centros de salud comunitarios y del Hospital Tierra y Libertad, la última gran obra de salud que después de 25 años de gestión, finalmente inició operaciones en 2020 como Hospital Covid.

Antes, durante y después de fundar la Colonia Tierra y Libertad, en aquel marzo de 1973, se trabajó para atender el problema de la salud como un derecho humano inalienable. Para ello, se replicó el modelo de los ´Médicos Descalzos´ de la Revolución Cultural China, con el fin de proporcionar cuidados de salud esenciales a las familias.

De un destacamento de jóvenes egresados de las Aulas Anexas y de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), que se integraron al movimiento urbano popular con la mística de servir al pueblo, Miguel Ángel Garza Ibarra destacó por su entrega.

Las Aulas Anexas fueron creadas por los propios estudiantes y maestros en respuesta a la cerrazón del Rector de la UANL para ampliar el cupo a la Facultad de Medicina. Ahí vivió Miguel Ángel su educación superior en un ambiente de luchas y movilizaciones que marcaron sus ideales. Eran años de masacres estudiantiles y de ´Guerra Sucia´ desatada por el Gobierno.

Gracias al trabajo de los jóvenes y entusiastas médicos, se atendió la salud comunitaria a la altura de nuestras posibilidades. Pero, sobre todo, gracias a la labor incansable y sabia del doctor Miguel Ángel, quien con el correr del tiempo se convirtió en la piedra angular en la gestión que emprendió con mucha decisión el FPTyL para construir un Hospital.

Su perseverante gestión dio fruto cuando la propia comunidad ejidal de San Bernabé donó un terreno para construir el Hospital y el Gobierno del Estado arrancó la construcción en 1991. Empero, la ilusión de hacer realidad un derecho se volvió desilusión al ver el edificio por 25 años en obra gris.

Miguel Ángel nunca claudicó en su empeño de terminar el Hospital y crear la carrera de Medicina en la Universidad Emiliano Zapata (UNEZ), para contar con un Hospital-Escuela, siendo un gran luchador del pueblo que entregó su vida por las causas de la salud y la justicia de los que menos tienen. Su obra y trayectoria como militante de izquierda son ejemplares:

Fue fundador del movimiento urbano popular, de la Colonia Tierra y Libertad y del FPTyL, de cuya Comisión Política era dirigente, así como fundador del PT -al que representó como Regidor en San Nicolás de los Garza- e integrante de su Comisión Ejecutiva a nivel nacional y estatal.

Fue de los médicos que iniciaron su trabajo en los tiraderos de basura de Monterrey, donde se asentó la Colonia Tierra y Libertad y se construyó la Preparatoria Técnica Gral. Emiliano Zapata y la UNEZ, de las cuales fue catedrático fundador, así como director de la División de Ciencias de la Salud.

Fue impulsor y primer director del Hospital Tierra y Libertad, además de responsable médico de la Clínica de Acupuntura Ho Chi Minh.

El domingo 24 de septiembre Miguel Ángel partió con el orgullo de un combatiente inquebrantable y nos dejó una gran tarea... seguir su ejemplo.

Hay vidas que son imprescindibles. La tuya, entrañable amigo, es una de ellas. Tus sólidas convicciones y firmeza ideológica te hicieron un ser extraordinario y único. Por más de 58 años perseguiste la utopía de vivir en una nueva y mejor sociedad. Curando a tus enfermos y alcanzando día a día tus sueños, ahí se yergue tu gran obra, el Hospital Tierra y Libertad, testigo mudo de tu gran fortaleza. Nunca te venciste en tus debilidades, a pesar de que tus fuerzas eran menguadas por tu salud.

Descansa en paz mi inolvidable Miguel Ángel.

¡Hasta siempre compañero!

¡Hasta la Victoria!


« Lupita Rodríguez Martínez »