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Opinión Editorial


Dos expresiones de la dictadura


Publicación:19-04-2021
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La sola lectura de estos artículos vuelve evidente la violación constitucional.

¿Habrá quien todavía tenga duda acerca de la dictadura populista que intenta instalarse en nuestro país? Nada más la semana pasada vivimos los mexicanos DOS desplantes autoritarios que violentan los derechos humanos y la división de poderes:

1.- El 15 de abril los senadores del partido en el gobierno aprobaron unas reformas a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión que fueron publicadas en la noche del día siguiente. Propone la creación de un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil que debe llevar a cabo el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Obliga a los usuarios de un celular a proporcionar no sólo identificación oficial y comprobante de domicilio (lo cual sería suficiente), sino que también exige la entrega de datos biométricos. De lo contrario no se podrá tener acceso a la línea telefónica móvil.

Lloverán los juicios de amparo, porque la reforma es inconstitucional, viola los derechos humanos establecidos en los artículos 1, 6, 14 y 16.

2. Ese mismo día,  el Senado aprobó un cobarde artículo transitorio que expresa la cooptación del Poder Judicial a través de la ampliación del periodo constitucional en el que habrán de permanecer en su puesto el presidente de la Corte y los Consejeros de la Judicatura Federal.

Este artículo viola claramente dos artículos de la Constitución:

Art. 97 párrafo cuarto: "Cada cuatro años, el Pleno elegirá de entre sus miembros al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el periodo inmediato posterior".

Art. 100 párrafo quinto: "Salvo el presidente del Consejo, los demás consejeros durarán cinco años en su cargo, serán substituidos de manera escalonada, y no podrán ser nombrados para un nuevo periodo".

La sola lectura de estos artículos vuelve evidente la violación constitucional.

Es un desplante autoritario y dictatorial que tiene como fin la cooptación de la Suprema Corte, cabeza de un poder cuya autonomía tendría que garantizar la existencia de un gobierno democrático.

Respecto de esta reforma, el presidente de la Corte que, imprudentemente, acompañó en su momento al Poder Ejecutivo a presentar la iniciativa de las reformas al Poder Judicial, hoy guarda un imprudente silencio.

Hay mucho qué reclamarles a los senadores de la República: su ausencia, su ingenuidad, su negligencia. Quien no entienda que estos tiempos son para defendernos de la instalación de una dictadura, no entiende nada. Es ahora cuando se requiere valentía ciudadana y, sobre todo, valentía de quienes son oposición y entre los jueces, quienes tienen que defender su autonomía e independencia porque forman parte de un poder distinto al Ejecutivo.




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