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Opinión Editorial


Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


Publicación:27-11-2021
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Una sola mujer, una sola niña, a quien se priva de la vida o se agreda, por el solo hecho de ser mujer, es y será siempre demasiado

El día de ayer se conmemoró en todo el mundo el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que da paso también a los 16 días de activismo contra este lacerante fenómeno que sigue afectando a mujeres y niñas, y que culminan el 10 de diciembre, en el Día de los Derechos Humanos.

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas a partir del año 2000, con el fin de sensibilizar a la opinión pública respecto del problema de la violencia contra la mujer, motivada, entre otras consideraciones: "Alarmada por el hecho de que las mujeres no disfrutan de todos sus derechos humanos y sus libertades fundamentales, y preocupada por la persistente incapacidad para promover y proteger estos derechos y libertades frente a la violencia contra la mujer".

A dos décadas de distancia, hemos de reconocer que la alarma subsiste y que la preocupación se acrecienta, ante la dimensión que hoy cobra la violencia contra las mujeres y niñas en nuestro país y en el mundo, exacerbada todavía más por la pandemia de la COVID-19.

Con motivo precisamente de esta conmemoración, el Inegi publica cifras reveladoras. Entre otros datos, precisa que de acuerdo con la Envipe 2021, 10.8% del total de delitos cometidos contra las mujeres es de tipo sexual, mientras que en el caso de los hombres estos delitos representan 0.8%. Para las mujeres, los delitos sexuales ocupan el cuarto lugar mientras que para los hombres se ubican en la novena posición. Destaca también que, en 2021, 22.8% de las mujeres declararon haber enfrentado intimidación sexual, en comparación con 5.8% en los hombres; en tanto que, en cuanto a abuso sexual, el caso de las mujeres (7.3%) es poco más de cinco puntos porcentuales por encima de los hombres en el mismo periodo.

De acuerdo con datos que proporciona el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, con corte al 30 de septiembre de 2021, a nivel nacional, se reporta un total de 736 delitos de feminicidio (con un promedio diario de 2.69), así como 2 mil 104 delitos de homicidio doloso de mujeres (promedio diario de 7.70). Esto nos arroja un promedio total de 10 mujeres cuya vida es segada cada día, por el solo hecho de ser mujeres.

Esta última cifra basta para movernos a la reflexión y más que ello, a la acción.

Alimentada por factores sociales y culturales, la violencia de género se alza como un obstáculo para construir una sociedad igualitaria e incluyente. Ello nos impone impulsar un cambio social y cultural, para que la sociedad deje de tolerar esta violencia, de minimizarla y de normalizarla. Esta violencia, que se oiga fuerte y claro: No es tolerable, atenta contra la dignidad de las mujeres y niñas; nos afecta e involucra a todas y todos, por sus múltiples consecuencias, y menos debe ser normalizada.

Es necesaria la visibilización y sensibilización sobre la dimensión del fenómeno; la acción conjunta y coordinada de los tres Poderes del Estado, a nivel federal y local, así como de la sociedad toda. No podemos hablar de que vivimos en una democracia, mientras seamos una sociedad fragmentada por la desigualdad, la discriminación y la violencia.

Una sola mujer, una sola niña, a quien se priva de la vida o se agreda, por el solo hecho de ser mujer, es y será siempre demasiado.

La igualdad de la mujer no debe seguir siendo más una promesa incumplida, ha de ser una realidad.



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