Opinión Editorial
Después del festejo, la reseca
Publicación:26-12-2024
++--
No habrá presupuesto para 2025 y los políticos de todos los colores tienen ya la excusa perfecta
Semanas de "negociaciones" en las cuales cada uno de los bandos amenazaba al contrario de que o se hacían las cosas como estaban propuestas o no habría presupuesto nos llevaron al punto en el cual ahora estamos. No habrá presupuesto para 2025 y los políticos de todos los colores tienen ya la excusa perfecta para justificar el hecho de que no podrán cumplir con sus promesas o sus planes. La culpa, dirán, no fue de ellos sino de sus adversarios.
En varios municipios del área metropolitana comenzará la resaca y deberán ser más eficientes en el cobro del impuesto predial para tener recursos por lo menos para lo más indispensable, los servicios primarios.
Si no lo hacen así, seguramente comenzaremos a sufrir las consecuencias, calles llenas de baches, deficiente recolección de basura, alumbrado público en muy malas condiciones y ni hablar de la movilidad que no es un problema municipal pero que repercute en este ámbito.
El estado por su parte a lo que debería recortar es en sus gastos de promoción y fiestas que nos llevan a pensar que para Samuel gobernar se limita a dar pan y circo al pueblo, aunque más tarde vengan tarifazos como el que ya se avecina en los primeros días de 2025, año que parece será el de "la resaca".
Porque en las interminables campañas en que se ha convertido el dizque "arte de gobernar", todo ha sido fiesta hasta ahora, escapes hacia adelante y anuncios de obras apenas iniciadas como si ya estuvieran concluidas.
Pero ya comenzó el tiempo de la cuesta abajo, el periodo en el cual los gobernantes deben estar más preocupados por la forma en que dejarán el gobierno y prepararse para el peligroso séptimo año en el caso del gobernador. Aunque parece que el nuestro todavía anda pensando en el 2030.
Por su parte, varios alcaldes están engolosinados con la posibilidad de caer para arriba, no vaya a ser que se conviertan en candidatos a la gubernatura del estado, por lo menos dos ya están apuntados.
Parecen olvidar que primero tienen que hacer un buen papel en el puesto que actualmente ocupan antes de ilusionarse con alcanzar nuevas posiciones y a como van las cosas la verdad es que no se ve por dónde harán ese buen papel, por lo que debemos prepararnos para otros escenarios similares a los de Samuel: más pan y más circo.
Porque a la fiesta todos los políticos se anotan, no vaya a ser que les toque divertirse, pero a la resaca todos tratan de sacarle la vuelta, nadie quiere pagar el precio de no dar resultados, al menos no los que deberían pagarlo.
Nos guste o no, los ciudadanos, que no estamos invitados a la fiesta sino a recoger lo que caiga de la mesa, a nosotros bien que nos tocará la resaca y habremos de pagar la cuenta. Porque en esto de la política parece que unos se las toman y a otros nos da la cruda.
« Raúl Guajardo Cantú »