Opinión Editorial


Crónica


Publicación:08-12-2025
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A lo largo de la historia, las mujeres han demostrado que su liderazgo puede romper murallas gruesas.

A lo largo de la historia, las mujeres han demostrado que su liderazgo puede romper murallas gruesas y encender la esperanza incluso en los momentos más oscuros. Desde distintas latitudes y épocas, desafiaron estructuras de poder, inspiraron a multitudes y encarnaron la fuerza moral de los pueblos.

Hay ejemplos como el de Juana de Arco, la joven campesina que, con fe y determinación, movilizó ejércitos enteros y transformó para siempre la idea de lo que una mujer podía lograr en un mundo gobernado por hombres.

Juana de Arco nos recuerda que las mujeres son capaces de confrontar estructuras dominadas por los hombres y de imponer su voz en escenarios adversos. Ese legado simbólico habla de la potencia de un liderazgo femenino que puede cambiar el curso de los acontecimientos.

Hoy, en México, esa fuerza se refleja en la figura de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien lidera la continuidad de la Cuarta Transformación. Ella encabeza un proyecto de nación que busca justicia, igualdad y dignidad. No llegó sola, llegó respaldada por millones de mexicanas y mexicanos, por una transformación iniciada hace siete años y que hoy continúa con mayor fuerza.

Este sábado, esa convicción tomó forma en el corazón de la capital. El Zócalo y las calles aledañas se convirtieron en un mar de banderas, colores, risas y gritos. Más de 600 mil personas llenaron cada rincón; la gente seguía llegando sin que se viera final.

Quienes caminamos entre las y los asistentes pudimos ver familias enteras, niños en los hombros, jóvenes con carteles improvisados, abuelas y abuelos que parecían cargar dos historias: la de las luchas pasadas y la de la esperanza presente.

Hubo estudiantes, mujeres que venían desde muy lejos solo para ver a la presidenta, trabajadores y personas que quisieron ser parte de algo trascendental. El aire tenía un aroma familiar, una mezcla de música, antojitos callejeros y expectativa política.

No era un mitin, era una fiesta popular. Una forma de decir: aquí estamos, seguimos y no nos vamos.

Cuando la presidenta subió al templete, el rumor colectivo se hizo ola. Y entonces vino la frase que hizo vibrar a la multitud: "Por más campañas de odio y difamación que organicen los sectores conservadores, no podrán vencer al pueblo mexicano ni a la Cuarta Transformación".

La multitud respondió con una fuerza que solo se escucha en los momentos esenciales de un país. Lo que siguió fue un repaso, pero también una reafirmación, un recuerdo de que el Zócalo ha sido escenario de batallas históricas en defensa de la democracia, la soberanía y los derechos del pueblo.

En su mensaje, la mandataria habló del 2018 como un punto de quiebre histórico. El momento en que el pueblo decidió dejar atrás un país gobernado por una élite, para abrir paso a una democracia en la que el Gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, empezó a servir a todas y todos, especialmente a quienes más lo necesitan.

Se habló de salud y de educación; de vivienda, agua, trenes, energía. De cómo un país puede desarrollarse sin dejar a nadie atrás. Pero hubo una frase tan poderosa como sencilla: "No vencerán al pueblo de México ni a su presidenta".

A diferencia de muchos proyectos progresistas en el mundo, la Cuarta Transformación no solo ha resistido los embates de la derecha, sino que salió fortalecida.

La verdadera crónica se escribe a partir de los rostros de miles de personas que llegaron porque sienten que esta transformación realmente les pertenece. Siete años después, nuestro movimiento reafirma que no solo es un proyecto político, sino una forma de concebir a la nación.

Y este sábado, entre ese mar de voces, muchas y muchos entendimos que el presente ya se transformó y que el futuro también lo hará. Lo que se vivió fue, sin duda, una confirmación histórica de que el pueblo sigue siendo el motor de México, y que ahora, con una mujer al frente, nuestra historia sigue escribiéndose con valentía y determinación.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

 



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