En eso del disparo de la contaminación, las autoridades de Medio Ambiente de Nuevo León ya se dieron cuenta que combatir al monstruo de la refinería de Cadereyta no son enchiladas.

Pero no nada más eso, sino que todas aquellas empresas de grandes dimensiones y que podrían ser las responsables de la contaminación en la entidad, están fuera de su alcance.

De lo contrario, ya las hubieran cerrado o mínimo dictado algún ultimátum para que aplicaran toda clase de mecanismos y herramientas para bajarle a la contaminación en general.

Y aunque se podría tratar de un programa integral donde participaran todos, al menos en ese sentido no es nada más como se ha dicho, de cerrarlas y ya, porque no es así.

Si no lo quieren creer, basta con preguntarle al mismo Félix Arratia, secretario de Medio Ambiente, quien ni con la faramalla del viaje a la capital del país pudo.

Por lo que vale seguir los mecanismos adecuados para concretar acuerdos, no nada más en el ámbito federal sino en el estatal, mayormente ahora con el apoyo de más inspectores.

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No nos gusta el chisme, pero vale señalar que las reformas del Congreso local para quitar y poner funcionarios del gabinete estatal es para aplicarla a la letra.

Que, a diferencia de otras cuestiones, lo que se busca es que la reforma no sea letra muerta, sino todo lo contrario para hacerle una limpia al organigrama estatal.

Desde luego no es nada más que los diputados "así como así" lo dispongan, pero la idea que los legisladores tienen entre ceja, oreja y sien es precisamente esa.

Y al juzgar por lo que se sabe, la intención de aplicarle la barredora, como dice la raza, no dejaría títere con cabeza, por lo que ya sabrá la defensa oficial.

De ahí podrá entender la preocupación de quienes conforman el organigrama principal del Estado, buscando la protección de la justicia federal, por si las moscas.

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Y ya que andamos con eso de las autoridades en conflicto, vale cuestionar quiénes formarán la lista de los funcionarios citados en el Congreso del estado para sentarlos en el banquillo de los acusados.

El orden, como dicen, no altera el producto, si la intención es cuestionar su labor y sus acciones, por lo que esto se pondrá más que interesante, desde luego si los amparos federales no los frenan.

Pero aparejado a ello, que es lo que sigue después de la cita en caso de llevarse a cabo, porque se supone no es nada más citarlos por citar y pedirles cuentas, por lo que el tema asusta.

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En la quema del Chamuco en la colonia Obrerista, los residentes del lugar aprovecharon para criticar la gestión de Luis Donaldo Colosio.

Lo anterior por aquello de que dicho evento popular y tradicional de dicha colonia se mantenía en ascuas, por aquello de la crisis y contaminación.

Y como el año pasado el evento fue suspendido por las autoridades, en esta ocasión el permiso se mantenía en el aire por la misma situación.

Pero a pesar de que la jornada recreativa de la colonia y en la cual participan sectores aledaños, sí se realizó, como quiera le llovió a las autoridades. Ah, raza.

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Con eso de las lluvias que se registran y que podrían ser más de aquí a que se concluyan las obras hídricas, la autoridad seguirá apretando tuercas.

Sobre todo porque a pesar de que estamos mejor que el año pasado, no estamos en bonanza ni mucho menos, por lo que las medidas restrictivas seguirán.

Especialmente cuando las presas con lo que ha llovido hasta ahora no se recuperan, por lo que habrá que esperar que indica el balance de la semana.