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Opinión Editorial


AMLO en la historia


Publicación:03-06-2021
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Hasta el momento, su presencia en la historia de México es relevante por lo nefasto de su ejercicio presidencial

Andrés Manuel ha hecho realidad su lema de campaña “juntos haremos historia”. Está aferrado en formar parte de la historia de México, y ya lo logró. Más allá de su referencia presidencial, en su imaginario desea trascender como el caudillo responsable de la cuarta transformación en México y como el cuarto presidente grandioso al igual que Benito Juárez, Francisco Madero y Lázaro Cárdenas. Su movimiento lo considera igual de destacado que la Independencia, la Reforma y la Revolución. 

Hasta el momento, su presencia en la historia de México es relevante por lo nefasto de su ejercicio presidencial. Será recordado por la ineficacia de su política, por la polarización que ha promovido en la sociedad, por los proyectos emblemáticos inoperantes y su actuar irracional. También por su afán de querer controlar todo, para tener poder absoluto.

También será recordado por imágenes, fotográficas y de video, que dan testimonio de sus amistades incómodas y por expresiones ¿inoportunamente? realizadas.

Recordemos algunos comentarios fuera de lugar:

“¡Ya cállate, chachalaca!” a Fox en campaña del 2006.

“Me canso ganso” al inicio de su sexenio para asegurar que la cuarta transformación se daría. 

“(deben) ofrecer una disculpa pública a los pueblos originarios que padecieron de las más oprobiosas atrocidades para saquear sus bienes y tierras y someterlos desde la conquista de 1521 hasta el pasado reciente" se refería al Vaticano, corona española y Estado mexicano. 

“El corrupto está mal visto. Que se vaya al carajo la delincuencia, ¡fuchi! ¡caca!” para celebrar una nueva corriente de pensamiento y de actuación. 

“La pandemia nos cayó como anillo al dedo”, asegurando que su gobierno iba a demostrar que ya no se regía, como en años atrás, por la corrupción.

“El pueblo es sabio. Prohibido prohibir” para suavizar las medidas preventivas ante el COVID, aseguraba que no habría medidas estrictas.

“Miren, lo del coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar; hay que abrazarse, no pasa nada”, mencionó el 4 de marzo 2020, cuando ya se habían registrado casos positivos en el país.

“Miren, aquí está el detente. Esto me lo da la gente… son mis guardaespaldas…No está demás…miren, aquí está otro detente…’detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo´. Pero no hay ni siquiera enemigos” al inicio del COVID para decir que él estaba protegido por estampas religiosas.

“Vamos bien, ya se domó la pandemia, ya se alejó el riesgo de una saturación en hospitales que hubiese significado más pérdidas de vidas humanas y mucho dramatismo, eso afortunadamente ya se superó, desde luego tenemos que continuar con las medidas de sana distancia”, refirió en mayo 2020.

“La gente confía más en nosotros que en politiqueros para manejar la vacuna”, alabando a los “siervos de la Nación” y descalificando a los gobiernos locales.

"Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie" frase común junto con la “mafia del poder” para defender sus decisiones.

"Yo tengo otros datos", asegura constantemente en todos los indicadores descalificando los oficiales y que lo hacen concluir: "Vamos bien, vamos avanzando”.

“El doctor Hugo López-Gatell, que es al que más cuestionan, pues lo mismo, un académico de primer orden, con muy buena formación, con cultura general, una gente honesta, humanista, con una postura en favor de la gente, en favor del pueblo, no a favor del mercantilismo, que desgraciadamente también llegó a predominar en el periodo neoliberal en todo lo relacionado con la salud, como se decía antes de los médicos, que sólo buscaban enriquecerse ¿no?” descalificando a los médicos, en plena pandemia. Tiene otras referencias descalificadoras a economistas, arquitectos y periodistas.

"Miren cómo afecta el paisaje natural (...) cómo se atrevieron a dar permiso para instalar esos ventiladores" AMLO contra la energía eólica.

“Ya Chole” para expresar su cansancio y por consiguiente inacción ante las protestas y delitos feminicidas.

“Al carajo” para explicar por qué no iba a saludar a las víctimas del desplome del metro.

"No corresponde a la realidad… es bastante clasista y racista” dijo ante la presunta venta de niñas en comunidades de Guerrero pidiendo no estigmatizar a los pueblos indígenas.

¿Qué predomina en sus expresiones? ¿La ironía? ¿Soberbia? ¿Insensibilidad? ¿Desubicación? ¿Irracionalidad?

Este espacio es insuficiente. 

Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com




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