Opinión Editorial
Agua y luz
Publicación:15-05-2024
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¿Por qué insistir en traer agua del Pánuco o desalinizar agua de mar cuando hay opciones que no han sido exploradas?
"En cuanto a la lógica, sus silogismos más bien sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas, que para aprender"
René Descartes
Lógica, sencilla y pura, simple lógica.
Así se puede resolver uno de los más graves problemas que padece García, Nuevo León, que es la falta de agua en el titipuchal de nuevos fraccionamientos que se han abierto en los últimos tiempos.
Y es que, ¿cómo diablos pretendemos extraer agua de El Cuchillo que está por debajo de los 400 metros de altitud, traerla a Monterrey, que está más arriba y después llevarla hasta García que alcanza en algunas colonias los 800 metros de altitud?
Para eso se requiere de bombeo, mismo que utiliza energía eléctrica como su motor; energía eléctrica que hoy es un problema latente porque nos encontramos al borde de las capacidades instaladas.
Ayer tuve la oportunidad de charlar y aprender de un especialista en temas del agua, Enrique Castillo, quien además es candidato a diputado federal por el Distrito 7 que comprende precisamente García, Nuevo León, quien en términos sencillos y fáciles me explicó no sólo el problema, sino también la solución para García y buena parte del poniente de la zona metropolitana de Monterrey.
En lugar de insistir en subir mediante bombas el agua desde las presas bajas, lo que se debió hacer desde hace años es perforar pozos que aprovechen los mantos formados por las aguas que bajan del Cerro de Las Mitras; ahí está, ahí hay agua que además puede ser suministrada por gravedad, lo que la vuelve más económica.
¿Por qué insistir en traer agua del Pánuco o desalinizar agua de mar cuando hay opciones que no han sido exploradas?
Y así, con lógica simple en una charla simple, sin rebuscamientos ni adornos superfluos, Enrique me fue explicando su visión y propuestas para resolver los problemas más sentidos de su Distrito.
Cuando uno dimensiona las cosas desde la simplicidad del Municipio o el Estado, llega alguien como Castillo que te abre los ojos y te hace ver que también desde la Cámara Baja se pueden y deben hacer cosas para mejorar la vida de las personas y la importancia que tienen las leyes federales en todo cuanto nos rodea.
Me parece excelente que un hombre de 60 años que tiene su vida resuelta y que ha dado resultados en el sector público y el privado tenga la inquietud y los arrestos para enfrentar una campaña política con el propósito de servir a sus semejantes y devolver un poco de lo que la vida le ha dado a lo largo de los años.
Como el agua, sin gastar tanta luz, existen muchos otros problemas que nos aquejan que tienen respuestas sencillas, lógicas, posibles. El punto es cambiar los enfoques tradicionales, romper las barreras y atrevernos a pensar en grande.
« Francisco Tijerina Elguezabal »