Si no hace mucho el gobernador Samuel García lanzó un nuevo "Ya basta" para terminar las diferencias con el PRIAN, qué falta.

Cuál es la poderosa razón por la que ni una, ni otra parte, puede ni quiere poner fin a las diferencias que los mantiene entrampados.

Al contrario, cada que se hace un pronunciamiento en ese mismo sentido, aflora una y otra cuestión que los hace sacar las uñas.

Por lo que menos se puede apreciar la más mínima posibilidad de arreglo, así se tenga el "interés" por llevar la fiesta en paz.

De modo que, la pregunta de los 64 mil pesos es: ¿qué tendrá que suceder para terminar en feliz puerto o no habrá de piña? Es duda.

Los que por lo visto están firmes en no poner tregua son los legisladores locales de las diversas fracciones.

Lo anterior porque simple y sencillamente no falta pretexto para agarrarse de la greña y perder el tiempo.

Ayer se volvieron un nudo ciego las fracciones del PRIAN, Morena y MC por el asunto del acueducto de El Cuchillo II.

Por lo que se llevaron el día pateando el bote, con dimes y diretes, como si no tuvieran un amplio rezago legislativo.

De ahí que cuentan con un amplio atorón de temas en la congeladora sin que le hayan podido bajar un poquito.

Sino todo lo contrario, siguen como la canción de la burrita, unos pasos para adelante y otros pasos para atrás.

Por lo que toca a las presuntas aspiraciones del gobernador de Nuevo León por la presidencia, dicen los que dicen que saben que esto deberá definirse en cosita de nada.

Y que una clara evidencia de ello es que Samuel García, quien tiene su capital político como integrante de Movimiento Ciudadano, sumaría preferencias con dos gallos más.

De ahí su interés porque se avienten a la aventura por el senado el ahora alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, y Mariana, esposa del gobernador, que tienen sus fans.

Aprovechando las redes sociales, ayer el alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, confirmó lo que aquí adelantamos.

Por lo que advirtió el incremento de las acciones de seguridad pública municipal, apoyada por el Estado y la Sedena.

Lo cual, en el mejor de los casos, se deberá traducir en mejores resultados en materia de vigilancia a lo largo y ancho del municipio

Apostándole a devolver la seguridad que distingue al municipio modelo y que hoy se ha visto vulnerada por la delincuencia.